El Frente Polisario amenaza con reanudar la guerra en enero
El responsable de las relaciones externas del Frente Polisario, Bechir Mustafá Sayed, dio ayer a Marruecos un "ultimátum tácito hasta enero" para lograr un acuerdo sobre las modalidades de organización del referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental o, de lo contrario, su movimiento independendista reanudará las hostilidades.
Sayed fue recibido por el ministro español de Asuntos Exteriores, Javier Solana, del que, según el dirigente saharaui, recibió "consejos para mantener la sangre fría y la confianza en el Consejo de Seguridad ¿le las Naciones Unidas". Javier Solana, por su parte, no hizo ningún tipo de declaraciones.
"El Ejército [saharaui] está harto de promesas decepcionantes y de diálogo infructuoso", advirtió Sayed, que dijo disponer "hasta finales de año para seguir adelante con el ejercicio diplomático". "Los saharauis conservan fuerzas humanas, tienen armamento y municiones y hasta ahora únicamente: la palabra dada de dejarlo todo en manos de la ONU ha evitado la reanudación de las hostilidades".
El gran escollo para la celebración de la consulta son las divergencias entre el Polisario y Rabat sobre el censo electoral. Mientras los saharauis están dispuestos a aceptar el censo efectuado por la Administración colonial española, los marroquíes pretenden alterarlo substancialmente añadiendo hasta 120.000 votantes adicionales. Sayed precisó que sólo admitía "un margen de error del 10%".
La última reunión para acercar los puntos de vista, convocada en Nueva York el 25 de octubre, no llegó a celebrarse. El Polisario se negó a participar en ella tras comprobar que la delegación marroquí estaba compuesta por desertores saharauis. En círculos diplomáticos de la ONU se comentó entonces que la composición de la delegación fue una provocación de Rabat.
Tras la fracasada reunión, el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, consideró que el conflicto del Sáhara se encontraba en un "punto crítico". En marzo el Consejo de Seguridad pidió que el referéndum se desarrollase antes de fin de año, pero está claro que este plazo no será respetado y en círculos diplomáticos se duda de que se llegue a celebrar algún día.
