Vacunación masiva contra la difteria en Rusia por una epidemia que ha causado ya 107 muertos

El derrumbamiento de la Unión Soviética ha supuesto, entre otras cosas, el fin del sistema estatal de salud pública, lo que ha hecho resurgir plagas propias de la Edad Media, como la peste bubónica. No obstante, la mayor preocupación de las autoridades rusas es hoy la epidemia de difteria, contra la que acaban de lanzar una campaña de vacunación masiva. En lo que va de año yase han registrado más de 4.000 casos de difteria, que ha causado la muerte a 107 personas, entre ellos una turista belga de 62 años. La enfermedad, erradicada en la extinta URSS, afecta ya a otros territorios.

"La difteria es la enfermedad más alarmante que enfrentamos en estos momentos", ha declarado Vadim Monísov, jefe del Servicio Epidemiológico de Rusia. "Sólo dos de los siete millones y medio de adultos que viven en Moscú han sido vacunados contra este mal, y en toda Rusia únicamente el 15% está protegido contra la difteria". La campaña de vacunación prevé proteger el 90% de la población Infantil y el 75% de los adultos para 1995.Sin embargo, como ha subrayado la doctora Valeria Baránova, del hospital Número 2 de Moscú, la "horrible" situación se ve agravada por el hecho de que los moscovitas son reticentes a este tipo de campañas. "La desidia de las personas llega a tal extremo que algunos pacientes, después de haber estado al borde de la muerte, ya recuperados, regresan a sus casas sin permitir que les vacunen", dice Elena Petrova, investigadora del mismo centro asistencial.

Según los médicos, la mayoría de los casos se dan en los denominados grupos de mayor riesgo, especialmente entre los alcohólicos, al compartir botellas de vodka y vasos.

Ucrania es otra de las repúblicas de la antigua URSS afectada por la epidemia: en el primer semestre del año se han detectado 320 casos, mientras que en los dos años anteriores el promedio semestral nunca rebasó los 250. En Kiev, la capital ucrania, últimamente han muerto siete personas a causa de la difteria.

El cólera es otro de los males que se registran en las historias clínicas pos-soviéticas. En el último mes y medio se han producido 17 casos de cólera en Rusia, uno de ellos en Moscú. La enfermedad también ha rebrotado en las repúblicas del Cáucaso y de Asia central.

Especialmente preocupante es la situación en Tayikistán, donde la guerra civil y la insalubridad reinante amenazan con conferirle carácter de epidemia al mal. En esta república centroasiática, el cólera ha sido introducido, corno aseguran sus autoridades, por los guerrilleros islámicos que combaten al régimen de Dushambé desde sus bases en Afganistán.

El vibrión del cólera ha sido importado de la India, Turquía y Pakistán, adonde los rusos, aprovechando sus nuevas libertades, viajan de compras. Siete miembros de un shoping tour a Turquía tuvieron que ser internados esta semana a su regreso a Rusia. El contagio se descubrió cuando uno de los pasaje ros del vuelo Trabzon-Krasnodar perdió el conocimiento y tuvo que ser atendido de urgen cia en el aeropuerto de esa ciudad rusa. Tras diagnosticarle el cólera, los médicos procedieron a examinar a los otros 27 miembros del grupo turístico, hallan do el vibrión en seis más.

Sobre los moscovitas pende ahora también la amenaza de la malaria. Radio Rusia informó que los mosquitos portadores de este mal se reproducen en más de 10.000 embalses de los alrededores de la capital. La noticia causó alarma entre la población, que en esta época del año está habituada a soportar la invasión de estos molestos insectos. La emisora aconsejó a sus oyentes que tomaran precauciones contra la malaria.

A este preocupante panorama se sumó una noticia que a muchos ha costado creer: en Kazajstán, una mujer fue hospitalizada con peste bubónica. Por otra parte, uno de los más grandes operadores turísticos británicos, Thomson Holidays, ha suspendido sus viajes a Moscú y San Petersburgo desde finales de este mes y las autoridades holandesas están aconsejando a sus turistas que cambien de destino.