Como un campo palestino en el centro de Europa

ENVIADO ESPECIAL "Si la guerra sigue su curso, Bosnia central se convertirá en un campo de prisioneros, en un campo de palestinos en el centro de Europa". Quien así habla no es un líder de los musulmanes bosnios, sino Jorge de la Mota, delegado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con base en Zenica, en la martirizada Bosnia central.

De la delegación de ACNUR en Zenica dependen 400.000 desplazados y 1.100.000 personas, cuyo nivel de vida se ha degradado hasta la miseria. Otras 400.000 personas dependen de la delegación de ACNUR en Tuzla, al noreste de Zenica. Pero los almacenes de ACNUR sólo tienen comida para un mes.

Las infraestructuras han sido destruidas, las factorías están paradas, no hay tráfico comercial de ningún tipo. La continua aparición de nuevos frentes, las bolsas de población aislada y las prácticas de limpieza étnica convierten la tarea de instituciones como ACNUR o la Cruz Roja Internacional en misiones casi imposibles.

De la Mota, español de 32 años, criado en Suiza y educado en Estados Unidos, empezó a trabajar para el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en Honduras. Desde hace 10 meses está al mando de la oficina de ACNUR en Zenica, el centro de la ex república de Bosnia-Herzegovina, donde está siendo concentrado el grueso de la población musulmana.

La primera minoría de Bosnia, que formaba antes de la guerra el 44% de la población, está siendo condensada en el 30% del territorio merced a las acciones de los radicales serbios, que controlan el 70% del territorio y que desde hace unas semanas cuentan con la inestimable ayuda de los milicianos del Consejo de Defensa Croata (HVO), antiguos aliados de los bosnios musulmanes contra los serbios.

Mientras que para el líder de los radicales serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, los musulmanes bosnios cuentan con un espacio para crear su propio país, Jorge de la Mota asegura que esa nueva nación, que suplantaría a la oficialmente reconocida por la ONU, "no es viable económicamente". "Es una cuestión de espacio. Serbios y croatas están concentrando a la mayoría de la población, los musulmanes, en el menor espacio", añade.

Cada vez más grave

La gravedad de la situación humanitaria no hace sino crecer cada día. El delegado de ACNUR menciona la paradoja que supone que la comunidad. internacional no actúe de forma contundente para parar la guerra en Bosnia-Herzegovina y al mismo tiempo esté cansada de aportar ayuda humanitaria. "Dentro de un mes no habrá nada de comida. El canal se está secando. No hay voluntad política de acabar con el conflicto y el cansancio está llevando a la comunidad internacional a no dar ni dinero ni comida". De la Mota lamenta el cinismo de los europeos, que empiezan a acusar a los musulmanes bosnios de fundamentalistas "cuando son más cosmopolitas y abiertos que la mayoría de los europeos. Al final, no tendrán más remedio que, convertirse en fundamentalistas islámicos para poder sobrevivir".

El suizo Jean-Luc Noverraz, de 38 años, como buen suizo y como delegado de la Cruz Roja Internacional en Zenica, prefiere guardar una tan exquisita como irritante neutralidad. Su afán deestar a bien con todas las partes para poder llevar adelante su tarea le hace hasta hurtar cualquier dato. únicamente precisa que su organización tiene en la zona central de Bosnia a un total de 320.000 beneficiarios, la mayoría de ellos musulmanes.

Lugares a salvo

La delegación del ACNUR en Zenica debe atender un triángulo cuyos vértices serían Maglaj al norte, Turbe al oeste y KiselJak al este, y en. el que deben atender las necesidades de unos 400.000 desplazados, una cifra que corre el riesgo de incrementarse ante las victorias de croatas y serbios en Maglaj y Zepce, al norte de Zenica. De la Mota evalúa entre 10.000 y 20.000 el número de personas que pueden estar empezando a buscar lugares a salvo al sur de estos dos enclaves de mayoría musulmana.

En la zona de Zeljezno Polje, a siete kilómetros de Zepce, 6.500 personas, según la Cruz Roja Internacional, han comenzado a asentarse. "Pero si el avance serbio-croata continúa volverán a desplazarse, en este caso hacia Zenica, donde se encuentran ya 40.000 refugiados y la situación es insostenible", dice De la Mota.