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El implacable engranaje

Argelia se hunde cada vez más en el caos: cuatro policías asesinados el viernes, a las afueras de Argel, y un atentado frustrado el sábado contra el general Nezzar, el hombre fuerte del régimen. Estos dos actos terroristas constituyen la respuesta a la ejecución de cuatro rebeldes islámicos. Argelia conoce el implacable engranaje de la violencia cotidiana. Desde la proclamación del estado de emergencia, hace un año, han caído 400 miembros de las fuerzas del orden bajo los ataques de estos locos de Dios.En la guerra de conquista que lleva a cabo el islam, este país representa un objetivo prioritario. Desde hace dos siglos es el teatro de los enfrentamientos entre dos mundos. El error de Occidente habrá sido creer que 1992 iba a permitir a los argelinos acabar con sus luchas fratricidas. ( ... )

En su reciente visita a Argel, Roland Dumas ha prometido una ayuda financiera de Francia a sus interlocutores. Pero las ayudas exteriores no son suficientes para yugular la crisis económica de un país cuya deuda sobrepasa los 25.000 millones de dólares.

Compete, en primer lugar, a las autoridades argelinas conseguir que vuelva la calma a su país. La forma dura que utilizan no ha conseguido hasta ahora vencer la violencia. Podernos esperar que una solución negociada entre las diversas facciones políticas, incluidos los islámicos, siga siendo posible. Si no se consigue, habrá que temer lo peor.

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, 15 de febrero

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