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Gaidar dice que su reforma económica es la única posible para impedir que Rusia viva como Africa

Pilar Bonet

Yegor Gaidar, el jefe del Gobierno en funciones de Rusia, quiso convencer ayer alCongreso de los Diputados de que la economía reacciona positivamente a su reforma, aunque la Federación Rusa está lejos hoy de poder elegir entre un, modelo de desarrollo liberal y otro proteccionista. Rusia podrá plantearse esta disyuntiva en un plazo de tres a cinco años, dijo, Gaidar, según el cual, "el dilema real es mucho más dramático" y consiste en "superar la estructura arcaica de la economía" o "hundirse entre los países subdesarrollados para vivir como en África".

Gaidar, que lucha por su supervivencia política en el Congreso, entró así en polémica directa con Ruslán Jasbulátov, presidente del Parlamento, que consideró un fracaso la gestión de Gaidar en un discurso muy enérgico y concreto. La diferencia de apreciaciones entre Gaidar y Jasbulátov, basada en cifras diferentes, ha provocado confusión y ha infundido sospechas sobre la manipulación de la estadística, una práctica tradicional en el régimen soviético.El jefe del Gobierno en funciones acusó a Jasbulátov de dar "cifras inexactas" para aventar la situación. Concretamente, se refirió a las inversiones de capital, que, según Jasbulátov, han disminuido desde que se inició la reforma y, según Gaidar, han aumentado en 1,5 billones de rublos.

El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, y el jefe de Gobierno en funciones tienen ideas distintas sobre el alcance de las concesiones a la Unión Cívica, que preside Arkadi Volski. A diferencia de Yeltsin, Gaidar no hizo referencias a un sistema de encargos del Estado, ni a medidas contra el paro o suavización de la política crediticia. Por su parte, los líderes de la Unión Cívica han dado muestras de estar divididos sobre la posibilidad de aceptar las propuestas de Yeltsin.

Entre los síntomas positivos que Gaidar enumeró ayer figuran:

- La entrada en funcionamiento de los mecanismos ¿le mercado, que se refleja en la adaptación de la producción a la demanda y en la transformación del dinero en un valor real.

- El mantenimiento de la estabilidad social y la ausencia de grandes convulsiones y huelgas.

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- Un proceso de privatización que ha comenzado lentamente, pero que habrá transferido la propiedad de 40.000 empresas para finales de año.

- Una moratoria en el pago de la deuda exterior de Rusia y la concesión de nuevos créditos occidentales.

Error hiperinflacionista

El mayor error del Gobierno, según Gaidar, se dio en la estabilización financiera, que sufrió un fuerte revés a partir de junio, cuando se incrementó bruscamente el dinero en circulación, lo que se reflejó en el hundimiento del rublo y el disparo de la inflación. Erróneas fueron también las regulaciones sobre comercio exterior, que potenciaron a los exportadores de materias primas y estratégicas, pero no a los productores de bienes manufacturados.

La inflación en Rusia es, según Gaidar, de un 25% mensual, lo que está muy cerca de la frontera técnica de la hiperinfiación, y el Gobierno ha actuado ante este peligro endureciendo su política financiera a partir de septiembre. Gaidar pronosticó que los precios disminuirán su ritmo de crecimiento y que el nuevo sistema de precios, resultado de la primera etapa de la reforma, será el motor de cambios estructurales de la economía.

Entre las tareas contempladas por los programas gubernamentales está la exportación de armas. Rusia, que ha firmado recientemente un contrato de venta de material bélico a China por valor de 1.000 millones de dólares (unos 115.000 millones de pesetas), y otro con la India por valor de 650 millones de dólares, no tiene ninguna intención de retirarse de este "importantísimo" mercado, aunque se limitará a los Estados solventes y no involucrados en guerras, señaló Gaidar.

Rusia comenzó su reforma sin ser un Estado en el sentido pleno de la palabra, es decir, sin verdaderas fronteras y sin verdadero Ejército. A partir de enero de 1993, Rusia introducirá un verdadero control fronterizo para evitar el desequilibrio monetario.

La conexión entre Yeltsin y los sectores reformistas parece haberse debilitado estos días con una hábil decisión "técnica" de Jasbulátov, que ha restringido de forma drástica el reparto de los pases al Kremlin que los sectores progubernamentales tenían asignados en anteriores sesiones del Congreso.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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