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El abrupto final de la 'primavera de la prensa'

Con el cierre de 'El Sol' han desaparecido cuatro diarios y mil empleos desde 1989

La primavera de la prensa española, así calificado por Pedro Crespo de Lara, secretario dé la Asociación de Editores de Diarios Españoles, el periodo 1988-1990, se ha transformado en una edad de piedra o, cuanto más, en una edad de bronce. Algunos datos lo demuestran. Desde 1988 han dejado de publicarse al menos cuatro diarios de difusión nacional: La Economía 16, Claro, El Independiente y, el último, El Sol, cerrado esta misma semana. Como consecuencia de estos cierres, más de mil trabajadores de la prensa han pasado al paro o han tenido que reubicarse en otros medios.

Crisis económica, disminución de la publicidad, exceso de oferta de cabeceras con personalidad poco definida y escaso crecimiento de lectores son algunas de las explicaciones que aportan analistas, profesionales y empresarios del sector de la comunicación. "La prensa española se había habituado a unos años de vacas gordas", señala Bernardo Díaz Nosty, profesor de Ciencias de la Información "y ahora nos encontramos en una situación que podría calificarse de crítica, pero que ha emprendido el camino hacia la normalización, hacia donde deben estar las cosas".La etapa de vacas gordas en la prensa se remonta a tres años atrás. En abril de 1989, con la salida del diario La Economía 16, editado por el Grupo 16, Madrid se convertía en la "capital del mundo de la prensa económica", ya que contaba con cuatro diarios especializados en esta materia: La Gaceta de los Negocios (aparecido el 29 de marzo de ese mismo año de la mano del grupo Zeta) y los nacidos con anterioridad Cinco Días (en su nueva etapa gestionado por PRISA) y Expansión (de Área Editorial) marcaban el comienzo del boom de la prensa. Aquella circunstancia coincidía con una etapa de crecimiento económico, con el aumento del interés por la información especializada y por una gran oferta publicitaria. La inversión de publicidad en prensa fue de 250.000 millones de pesetas en 1989.

En realidad, la explosión se había apuntado ya en 1988, año en el que nacieron siete diarios regionales y locales mientras que cerraron sólo dos. En 1989 esta fiebre de nacimientos alcanzó su cima con la salida de 13 periódicos -se habían anunciado 15, pero dos se quedaron en puros proyectos- Cuatro de los diarios que vieron la luz (La Economía 16, La Gaceta de los Negocios, El Independiente, como diario, ya que había sido creado como semanario en 1987, y El Mundo) eran de difusión nacional.

Sector goloso

Pese a la situación de aparente opulencia comunicativa, ese mismo año se produjo un serio aviso al cerrar cinco diarios. Uno de éstos era La Economía 16. La sociedad Infiesa, del Grupo 16, decidió sacar este diario el 4 de abril de 1989 y fue cerrado el 30 de septiembre de ese mismo año. Casi 200 trabajadores de este periódico pasaron a engrosar las filas del paro. "En aquella etapa era patente el interés de los grupos económicos financieros e industriales por controlar la información", interpreta Luis Muñiz, editor de los semanarios Noticias de la Comunicación y Anuncios. "Por eso hubo una explosión de prensa económica. Parecía el sector más goloso y estaba sazonado por el aumento de inversión publicitaria".El año 1990 registró nuevos signos de fiebre inversora y aparecieron al menos 10 nuevos periódicos, entre ellos El Observador (Barcelona), Las Noticias, intento de prensa sensacionalista editado también en Barcelona por un grupo de pequeños empresarios y que cerró a los pocos meses, y El Sol, promovido personalmente por Germán Sánchez Ruipérez, presidente del grupo editor Anaya.

"El eclipse ha terminado", rezaba la publicidad de la presentación de este periódico. El 22 de mayo de 1990 apareció El Sol, sustentado por un capital de 1.200 millones de pesetas suscrito por el grupo Anaya con parte de los casi 4.000 millones obtenidos del traspaso de su 25% de participación en Tele 5.

Pasó el tiempo y la tirada diaria inicial prevista por El Sol, 150.000 ejemplares, no se alcanzaba. Tampoco lograba arañar una pequeña porción del mercado publicitario que aún estaba en crecimiento. Se sucedieron una crisis tras otra traducidas en el cambio de director en al menos seis ocasiones y de la cúpula de dirección empresarial en otras dos. Al no encontrar o no querer dar entrada a nuevos socios se decidió el cierre de El Sol el pasado día 18, dejando pérdidas superioms a 3.000 millones de pesetas, con una difusión aproximada de 40.000 ejemplares.

Antes que El Sol dejó de publicarse El Independiente, que tenía un pasivo acumulado, según su comité de empresa, de 6.000 millones de pesetas. Las pérdidas mensuales ascendían a 250 millones y sus ventas no superaban los 25.000 ejemplares, según fuentes periodísticas.

"Claro es un ejemplo distinto", señala el que fue su primer director, Ferrán Monegal. "No fue un fracaso periodístico, sino netamente empresarial, porque el público a quien iba dirigido sigue ahí". Sus empresarios, el grupo alemán Axel Springer y Prensa Española, editora de Abc, invirtieron 13.000 millones de pesetas para alcanzar una difusión de 600.000 ejemplares diarios de un periódico popular. A la hora del cierre, una auditoría de Arthur Andersen le asignaba 133.000 ejemplares, aunque fuentes profesionales de la distribución estimaban una difusión de 50.000 ejemplares.

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