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LA LUCHA CONTRA LA DROGA

Europa central, nuevo trampolín del narcotráfico

Después de la caída de¡ comunismo, el camino de la droga pasa ahora por Europa central. Desde allí, los narcotraficantes pueden dirigir con mayor seguridad su lucrativa mercancía hacia los mercados de los países occidentales del continente, beneficiándose de la falta de legislación al respecto. De paso, estos mercaderes encuentran un terreno virgen para sus negocios, sobre todo en Hungría, Polonia y Checoslovaquia.

Durante el primer seminario celebrado en Praga para estudiar el futuro sistema legislativo antidroga, el presidente del Gobierno eslovaco, Frantisek Miklósko, admitió recientemente que "la droga se está introduciendo en el país con la misma prisa que los cambios democráticos"."Lo peor es que no estamos preparados para detener esta in vasión", asegura el médico Jiri Presl, durante una entrevista en la sede de Drop In, la primera fundación que se crea en Checoslovaquia para la prevención de la drogadicción y el sida y en la que él presta sus servicios.De acuerdo con cifras de la policía, hace dos años las personas adictas eran 9.000 en Checoslovaquia. Hoy suman más de 30.000. La situación no es mejor en Polonia y Hungría, donde, de acuerdo a fuentes del Gobierno la plaga alcanza a más de 60.000 jóvenes.Lo más grave estriba en que los tres países se han convertido en un importante corredor para el transporte de la droga hacia Europa occidental, según informes del Ministerio del Interior checoslovaco.El portavoz de ese departamento, Martin Fendrych, explica que la mayor parte de los estupefacientes decomisados recientemente proceden de América del Sur. También se han detectado contrabandos importantes desde Turquía y países del Oríente Próximo.

Para transportar la droga se utiliza a compañías de carga por carretera y las especializadas en la compraventa de automóviles, donde se esconde la mercancía.

Hace una semana, se detectaron 98 kilogramos de cocaína en un camión cargado de frijoles de Colombia en el paso fronterizo de Rusovce (Eslovaquia occidental).

Este hecho coincidió con la detención en el aeropuerto de Praga de un colombiano que llevaba un alijo de cocaína en su cartera. Fue en esa ocasión cuando el responsable de las aduanas checoslovacas, Bohumir Marek, afirmó disponer de suficientes pruebas para demostrar que la narcomafia colombiana planea asentarse en este país centroeuropeo.

El doctor Presl explica que durante el régimen comunista depuesto en 1989 la droga "no era interesante para la mafia internacional", lo que no quiere decir que no hubiera drogadictos en el Este, pero casi todos producían su propia droga (derivados de las anfetaminas). Ahora, esa droga se está comercializando.

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Datos de la fundación, que coinciden con los de la policía, sitúan el precio de un gramo de cocaína en Praga en unos noventa dólares (9.000 pesetas); un gramo de metil-anfetamina, treinta dólares; un gramo de compuesto de hachís y marihuana, casi siete dólares, y un cigarrillo vale menos de un dólar.

En el plano local, Jiri Presl opina que lo más importante es la prevención y educación entre los jóvenes. En el centro Drop In se encuentran registrados unos 2.500 adictos, cuatrocientos de ellos bajo tratamiento. La mayoría llega espontáneamente o traídos por sus padres o novias, precisa Presl, y afiade que dentro de poco abrirán otras clínicas de este tipo en Brno (Bohemia central) y Bratislava (Eslovaquia).

Hermano de Havel

Para mantener su carácter independiente, la fundación sólo toma del Gobierno el personal médica. La alcaldía de Praga suministra los locales y servicios de manera gratuita y el resto de los recursos provienen de donaciones privadas. "El presidente de la institución, Ivan M. Havel" [hermano del presidente de la república, Vaclav Havell, "nos ayuda mucho", dice Presl.

Son buenas intenciones, pero para el jefe del Grupo Antidroga de Praga, Milan Kapek, la tarea es más dificil. "Los suministradores han tomado la capital por asalto y los policías enfrentan una situación difícil porque no existe una ley que prohiba al ciudadano poseer drogas".

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