La 'boda' entre la estatua de la Libertad y Colón resultó deslucida
El proyecto Honeymoon, ideado por el artista español Antoni Miralda, concluyó el pasado viernes en mitad del desierto de Nevada con la boda oficial entre la estatua de la Libertad de Nueva York y la de Cristóbal Colón de Barcelona. El punto culminante de esta gigantesca y ambiciosa idea artística, que se ha desarrollado durante los últimos seis años, estuvo deslucido por la falta de pompa oficial y la improvisación del montaje.La boda, legal a todos los efectos según el Estado de Nevada, se celebró en el cañón de la Roca Roja, un hermoso y salvaje paraje situado a 40 kilómetros de Las Vegas, pero exento de la estética y el lujo que quizá requería tan simbólico enlace.
En esta ocasión, Miralda situó dos pelvis del tamaño a escala de las dos estatuas; las piezas estaban construidas con papel escayolado y recubiertas de arroz, un símbolo universal de la fertilidad.
Las dos pelvis estaban rodeadas por 20 limusinas blancas con sus maleteros cargados de alimento, símbolo del intercambio gastronómico entre Europa y América después del Descubrimiento. En el centro de este altar se situaron los dos anillos nupciales, también hechos a escala de las dos estatuas.
La ausencia de representantes de los dos padrinos que bendijeron la boda, los alcaldes de Nueva York y Barcelona, restó a la ceremonia la solemnidad que tuvo el anuncio del enlace, celebrado en 1986 en Nueva York.
