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Un aerobús francés con 96 personas a bordo se estrella en las montañas de Alsacia

Unas 400 personas luchaban a primeras horas de esta madrugada contra el frío, el viento y la niebla de las montañas de Alsacia, en un esfuerzo por socorrer a los escasos supervivientes (al menos 10) de la catástrofe sufrida por un Airbus A 320 de la compañía francesa Air Inter, con 96 personas a bordo.

Por razones desconocidas al cierre de esta edición, el aparato se había estrellado hacia las 19.20 horas contra una de las montañas de los Vosgos, cerca de Estrasburgo. Cuando tras una larga e intensa búsqueda la gendarmería encontró a medianoche los restos del aparato, unos diez pasajeros (entre ellos un niño) se encontraban todavía en vida. Comenzó entonces una operación de rescate tan dura o más que la de búsqueda. La temperatura estaba muy por debajo de los cero grados, los caminos forestales de la zona eran casi impracticables y los helicópteros tenían que luchar contra la oscuridad y la niebla.Air Inter, la compañía del grupo Air France especializada en los viajes por el interior de Francia, había confirmado a las 21.47 horas la desaparición del Airbus A 320 que efectuaba el vuelo regular de la tarde entre Lyon y Estrasburgo. Cargado de hombres de negocios, el aparato había despegado a las 18.30 horas de Lyon y debía aterrizar una hora después en la capital alsaciana. Sin embargo, nunca llegó a su destino. A las 19.20 los controladores aéreos perdieron todo contacto con el aparato.

Según las primeras deducciones, el Airbus A 320 había desaparecido en las cercanías del monte Saint-Odile, cuando tras haber volado a 10.000 metros de altura comenzaba su descenso hacia Estrasburgo, ciudad situada en ese momento a unos 50 kilómetros de distancia.

Choque o explosión

Ya bien entrada la noche, un campesino de la zona informó a las autoridades que había escuchado una explosión hacia las 19.30. Dado que la tripulación no había enviado la menor señal de alarma, los técnicos de la Aviación Civil francesa pensaron que el aparato había sido víctima de "un accidente brutal y repentino", una catástrofe que había causado su "inmediata destrucción". Los técnicos sugerían dos posibilidades: una explosión a bordo o un choque contra una montaña.Otro de los misterios de la siniestra velada era el provocado por el hecho de que las balizas de socorro del aparato, que supuestamente deben comenzar a emitir mensajes en caso de choque, tampoco habían funcionado.

. Cuatro horas después de la desaparición del aparato de Air Inter, aviones de guerra Mirage F-1 y helicópteros Super-Puma civiles y militares se sumaron con sus instrumentos infrarrojos a los cientos de policías, gendarmes y bomberos que recorrían a pie o en automóvil los caminos forestales de los Vosgos. Los hospitales de Alsacia tenían todo listo p ara acoger a posibles supervivientes.

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A medianoche, la gendarmería informó que los restos del aparato acababan de ser encontrados. Estaban, en efecto, a unos 820 metros de altura y a unos 500 metros al sur del monte Saint-Odile. Pero la gran noticia fue que, junto a numerosos muertos, habían sido descubiertos varios supervivientes, una decena como mínimo.

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