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Presentada en París la primera regata de veleros entre la Tierra y la Luna

La primera regata de veleros entre la Tierra y la Luna fue presentada ayer en la Fundación Cartier, en París. Los veleros se desplazarán gracias a la energía de la luz solar. Tres serán los navíos que, a principios de 1994, participarán en la carrera: el estadounidense, creado por la NASA, el japonés, ideado por el Instituto de las Ciencias Astronáuticas y del Espacio, y el velero europeo, bautizado como U3P porque sus promotores forman parte de la Union Pour la Promotion de la Propulsion Photonique.

Los tres veleros serán puestos en órbita por un cohete clásico, probablemente un Ariane 4, que los transportará hasta el espacio exterior plegados. Luego, gracias a un sistema de teleconducción, desplegarán las velas y podrán iniciar la competición, que ganará el primero de los veleros que logre fotografiar la cara oculta de la Luna. La regata no es tan sólo una cuestión de velocidad sino también de precisión, dado que el puerto a alcanzar es móvil -un satélite- y el mar -el espacio- tiene tres dimensiones.Los mástiles del navío europeo superarán los 30 metros y la superficie fija de las velas será de 1.600 metros cuadrados. El material es muy ligero, calculándose que el peso total del velero no superará los 150 kilos. Dado que los fotones proporcionan una energía equivalente a ocho gramos por hectárea, el U3P podrá navegar a más de 10 metros por segundo y, por consiguiente, más de 1.000 kilómetros al día. En el proyecto europeo participan varios ingenieros aeronáuticos españoles, pertenecientes a la Comisión Vela Solar (CVS). El presupuesto de la aventura supera los 300 millones de francos (alrededor de 6.000 millones de pesetas) y empresas españolas como El Corte Inglés, Telefónica y Endesa se han comprometido a sufragar una parte muy importante de los gastos. Las compañías francesas Matra y Alcatel también figuran entre los patrocinadores.

La tripulación de los veleros permanecerá en tierra y dirigirá la regata desde centros de control y navegación que, en el caso del U3P, será móvil, desplazándose por el continente europeo y visitando las ciudades donde tengan sede los distintos grupos industriales que hayan subvencionado el proyecto. La regata servirá para desarrollar una tecnología que permita el mantenimiento indefinido de los satélites artificiales allí donde los campos de gravedad se equilibran y transportar materiales a través de viajes de larga duración.

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