Detenidos cinco 'boixos nois' acusados de la muerte de un joven tras el Español-Sporting
La policía detuvo el lunes y en la madrugada de ayer a cinco jóvenes, cuatro de ellos skin heads (cabezas rapadas), como presuntos autores de la agresión que costó la vida a Frederic Rouquier, de 20 años, francés, y heridas de gravedad a José Antonio Arboleas, de 16 años, de Barcelona, ambos simpatizantes de las brigadas blanquiazules del Español. Los detenidos, de edades comprendidas entre 17 y 20 años, afirmaron pertenecer a los Boixos Nois, grupo ultra del Fútbol Club Barcelona. El club azulgrana se negó a confirmar que fueran socios de la entidad.
Los detenidos son José Antonio Romero Ors, de 20 años; Jorge Estévez Sánchez, de 19; Luis Calafell López, de 17; David Ventura Aparicio, de 18, y Francisco Javier Calaf Martínez, de 20 años. Este último se entregó en la comisaría de Sant Andreu al saber que la policía estaba practicando las detenciones. Los inspectores del grupo de homicidios, que no habían localizado las armas blancas con las que fueron agredidos los dos simpatizantes del Español -ninguno de ellos era socio-, estaban intentando ayer determinar cuál de los detenidos había cometido la agresión. Los jóvenes, que no se sabe si tenían antecedentes penales, pasarán hoy o mañana a disposición del juez instructor, que ha decretado el secreto del sumario.La policía resolvió el caso en pocas horas gracias a la pista facilitada por un empleado del hotel Mellá que tomó la matrícula del automóvil -un coche marca Ford Fiesta de color rojo- en el que huyeron los agresores. Las investigaciones se vieron dificultadas por el hecho de que el vehículo estaba todavía a nombre de su anterior titular, un hombre que lo vendió a una casa de compraventa. Esta a su vez lo vendió a uno de los detenidos. Uno de los skin heads, que como el resto de sus compañeros llevaba la cara tapada, tenía distintivos independentistas en la ropa, según confirmó un testigo que presenció los hechos.
La identidad
Fuentes próximas a la investigación restaron importancia al hecho de que los jóvenes detenidos confesaran ser miembros de los Boixos Nois: "Estos grupúsculos radicales están hoy en el campo del Barça y mañana se juntan con los miembros de las Brigadas Blanquiazules y son amigos entre sí".
Fuentes policiales afirmaron que los skin heads, tanto ultraderechistas como independentistas, han sido vistos tomando copas en los mismos bares de Barcelona, por lo que la frontera que les separa es cada vez más débil.
Esta tesis es compartida por uno de los fundadores de los Boixos Nois -prefirió ocultar su nombre-, consultado ayer por este diario:"Los nombres de los detenidos no nos dicen nada, porque muchos de ellos adoptan un apodo. Lo que está claro es que esos cabezas rapadas se han introducido en el grupo, cuando habíamos logrado una total tranquilidad Algún día tenía que pasar algo así porque son muy violentos y no sienten los colores del Barcelona. Van al fútbol como podrían ir a los toros. Se juntan en los bares para tomar copas y después se lían a tortazos. Para ellos es como un juego".
La cúpula de los Boixos Nois se reunió ayer para analizar la situación, que calificaron de "grave". El grupo ultra azulgrana se autodisolvió en diciembre de 1985, precisamente por la "infiltración de 20 o 30 gamberros que, con su comportamiento antideportivo y antisocial, han hecho que nuestro grupo sea odiado por el resto de la masa social barcelonista", según manifestó entonces uno de sus portavoces.
Los Boixos Nois reaparecieron dos años después al llegar a un pacto con la directiva. barcelonista, que nuevamente los situó en el Gol Sur, bajo un estricto control. El grupo ultra llegó a tener hasta 800 afiliados con carné, que cotizaban 200 pesetas anuales.
Sin violencia
La directiva azulgrana, que no confirmó a este diario si los cinco detenidos son socios del club -todo para indicar que sí considera que la muerte del joven francés tras el partido Español-Sporting no tiene una relación estricta con el fútbol. "El hecho se produjo fuera del campo y mucho tiempo después de que concluyera el partido. Por eso consideramos que es una falacia decir que el fútbol español es violento", manifestaron fuentes próximas al presidente barcelonista, Josep Lluís Núñez, quien está muy preocupado por el asunto.
Las mismas fuentes señalaron que la visita del Real Madrid, al Camp Nou y la posterior del Español no preocupa excesivamente a los dirigentes barcelonistas: "Nuestro estadio reúne todas las medidas de seguridad precisas para evitar todo tipo de violencia. Se hará el despliegue normal para un recinto que puede albergar a más de 100.000 espectadores. Lo que pase fuera del Camp Nou es algo que se escapa de nuestro control. No nos cansaremos de repetir que el fútbol español no es violento".
El Gobierno Civil convoca a las directivas del Barça y del Español para erradicar la violencia
El gobernador civil de Barcelona, Ferran Cardenal, se entrevistará hoy con las directivas del Barcelona y del Español para analizar los brotes de violencia, cada vez más numerosos y que pueden incrementarse en los próximos días. El Barça recibe al Real Madrid este sábado en el Camp Nou, y siete días después, el Español visita el estadio azulgrana.Según ha podido saber EL PAÍS, Cardenal ha solicitado a Josep Lluís Núñez y Julio Pardo, presidentes del Barcelona y el Español, respectivamente, un riguroso control de sus hinchas más violentos. El Barcelona ha convocado para mañana una conferencia de prensa para explicar las medidas de seguridad que adoptará en el encuentro frente al Real Madrid.
A pesar de que no se espera una gran afluencia de seguidores del Real Madrid, el partido ha sido calificado de alto riesgo. Es decir, que se aplicarán medidas muy similares a las de la final de la Copa de Europa del año 1989, organizada por el club azulgrana, en la que se enfrentaron el Milan y el Steaua de Bucarest.
En aquella ocasión los espectadores que acudieron al Camp Nou fueron cacheados a la entrada del recinto y se les requisaron todos los objetos contundentes. También se prohibió la venta de cualquier tipo de bebidas alcohólicas.
Todo parece indicar que el servicio de seguridad para los dos próximos partidos estará compuesto por 500 policías, que se distribuirán en círculos concéntricos. También ejercerán labores de control alrededor de 250 policías municipales y el propio servicio de seguridad del Barcelona, que actúa en cada partido.
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