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García Vargas anuncia que el Insalud incorporará criterios de gestión privada

Milagros Pérez Oliva

El ministro de Sanidad, Julián García Vargas, anunció el pasado lunes la posibilidad de convertir el Insalud en una sociedad pública que permita introducir criterios de empresa privada en su gestión y criticó la burocratización del personal sanitario por dificultar la administración de los hospitales. García Vargas hizo estas declaraciones en un debate sobre la sanidad de los años noventa organizado por el hospital de Sant Joan, en Reus (Tarragona), al que también asistieron los consejeros de Sanidad de Cataluña y del País Vasco, Xavier Trias y José Manuel Freire, respectivamente.

En su intervención García Vargas afirmó: "O dotamos al sistema sanitario público de un modelo organizativo más ágil y gobernable, o dentro de 10 años nos habremos ahogado en nuestra rigidez y burocracia". Los tres políticos coincidieron en las medidas a adoptar: suprimir el carácter de funcionarios de los trabajadores de la sanidad, salvando los derechos adquiridos; introducir modelos de gestión privada o mixta en la red pública, con un sistema de incentivos a la productividad, y dotar de autonomía de gestión a los centros sanitarios, que deberán ceñirse a un presupuesto cerrado.El ministro añadió que en los próximos años el presupuesto sanitario no se incrementará en la proporción que lo ha hecho últimamente, por lo que el reto de atender a la creciente demanda sanitaria, sobre todo de personas mayores de 65 años, deberá afrontarse mediante una mejora de la gestión y marcando prioridades en las prestaciones.

Listas de espera

Los tres responsables de Sanidad se mostraron partidarios de romper el actual estatuto laboral del personal sanitario, para lo cual solicitan la colaboración de los sindicatos. García Vargas fue contundente: "El último hospital que se incorporará al Insalud con personal estatutario será el de la Cruz Roja de Madrid". Como ejemplo de los desastrosos efectos del corsé administrativo, García Vargas citó el que los centros no puedan funcionar más horas por problemas laborales, mientras aumentan las listas de espera.Los tres políticos coincidieron en la necesidad de fijar prioridades y limitar algunas prestaciones. Según el consejero vasco, la medicina cosmética debería quedar excluida. "No es razonable", abundó García Vargas, "que en un hospital público haya lista de espera para operar hernias y a la vez se borren tatuajes.

Además de la ya anunciada limitación en el número de medicamentos, García Vargas apuntó la exclusión total o parcial de prestaciones, como la fecundación in vitro. El ministro elogió el reciente decreto de la Generalitat que elimina la diferencia entre asilos asistidos, donde los ancianos aportan parte de su pensión, y los hospitales de crónicos (gratuitos). En adelante, los pensionistas con patologías crónicas deberán entregar parte de su pensión al centro.

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