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SANIDAD

Cinco madres barcelonesas denuncian la desaparición de sus hijos muertos al nacer

Hablan de desaparición de cadáveres y hasta se sugiere la existencia de "una amplia red de tráfico de niños recién nacidos" que operaría en los más prestigiosos hospitales de Barcelona. Todo ha surgido a raíz de la denuncia presentada por cinco madres a través de un mismo ahogado, Antonio Rubio, contra el hospital Clínico, el hospital de Sant Pau y el hospital Maternal de Valle de Hebrón por supuesta inhumación ilegal de cadáver en unos casos y por imprudencia temeraria con resulado de muerte en otros.

El asunto está cobrando súbitamente dimensiones políticas porque el concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Barcelona Antonio Albesa ha presentado una interpelación para que las instituciones responsables del hospital Clínico -Ayuntamiento, Gobierno Civil y Diputación- abran una investigación. Rubio apunta de momento su artillería de abogado contra el hospital Clínico y anuncia que, aparte de los cinco casos en curso, tiene varios más en ciernes.En la vertiginosa bola de nieve de las sospechas, avivadas por la actitud cerrada de los médicos, algunos de los padres han llegado al convencimiento de que sus hijos nacieron vivos y elucubran las más tétricas suposiciones acerca de su destino. Pero las historias clínicas certifican que todos nacieron muertos, excepto uno, que todavía respiraba pero tan débilmente que de nada sirvieron las maniobras de reanimación. El abogado niega valor a estas pruebas: "Las historias clínicas son algo que sólo controlan los médicos". Los responsables de los centros hospitalarios no se inquietan por esta parte de la acusación. Consideran demostrable que los niños murieron y que la asistencia fue correcta.

Imprudencia temeraria

"Bien, independientemente de que naciesen vivos o muertos", afirma Rubio, "se suscita la misma cuestión: si nacieron muertos, ¿qué destino se les dio y en qué lugar se encuentran? Y si nacieron vivos, ¿dónde están?". Assumpció Grass fue la primera en presentar denuncia contra el hospital Clínico, hace ahora dos años, por imprudencia temeraria con resultado muerte. Pero este caso ya se resolvió: el juez consideró que no había indicios de delito y archivó el caso. Meses más tarde, esta familia volvió a plantear batalla contra el hospital mediante una denuncia del padre por inhumación ilegal de cadáver. El patético testimonio de la madre en el programa del televisivo Pepe Navarro atrajo al despacho de Rubio los otros casos.En síntesis, la historia es siempre la misma: "Me dijeron que mi hijo había muerto, pero se negaron a enseñármelo y no consta en el registro oficial que haya sido enterrado". Efectivamente, en el Registro Civil no consta que fueran enterrados y Pompas Fúnebres certifica que no ha realizado estas inhumaciones.

Salvo que la investigación judicial aporte sorpresas, la única explicación existente es la que aportan los hospitales: que se ha producido un error. Estos niños, por tener todos más de 180 días de gestación, debían ser enterrados y el entierro registrado. En este caso, los cadáveres se quedaron en el hospital para que se le practicase la autopsia y luego, por error, fueron enterrados en la fosa común con los demás "restos humanos" -órganos extirpados- del hospital, creyendo que se trataba de fetos con menos de 180 días de gestación.

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