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LAS VENTAS

Cogidas graves de Esplá y Manuel Gómez

La corrida concurso acabó con un balance nefasto en casi todos sus aspectos, siendo lo peor las graves cogidas de Luis Francisco Esplá y del sobresaliente Manuel Gómez. Esta última, tremebunda e impresionante, ocurrió en el sexto burel, cuando el diestro cerraba con una rebolera, su única y buena intervención con el percal en toda la tarde.Los corazones de los espectadores se ahogaron y así, con la boca amarga por la decepción casi total y el talante triste por los percances de los héroes del ruedo, abandonaron cariacontecidos la plaza.

Otra de las causas para la decepción fue la nefasta actuación de Curro Vázquez, que hubo de pechar con los seis bichos. Tal vez a él también se le ahogó el corazón, las agallas y el ánimo. Aparentemente sin razón, porque si bien ninguno de los toro fue un adalid de la sangre brava tampoco ninguno resultó maulón o morucho. El único que se aproximó a estos feos calificativos fue el de Murteira, de condición mendaz, pero sin exagerar. Tres de ellos, los de Flores, Domínguez e Ibán, se llevaron a la tumba el misterio de su catadura porque el diestro se afligió frente a ellos. Eso sí, sin ratimagos trampa ni cartón. Él es así, posiblemente por el apodo que precede a su apellido -su nombre real es Manuel-, que le lleva a imitar en lo malo, y otras tardes en lo excelso del toreo, al Curro de Camas.

Concurso / Vázquez, Esplá

Toros bien presentados en general y manejables de Juan Pedro Domecq, Samuel Flores, María Luisa Domínguez, y María Lourdes Martín; 4º, de Baltasar Ibán, terciado, y 6º, de Murteira, con trapío y genio. Curro Vázquez: pinchazo bajo (silencio); estocada tendida atravesada y media perpendicular (silencio); media baja perpendicular desprendida, pinchazo a paso de banderillas, estocada desprendida y seis descabellos (pitos); bajonazo (pitos); pinchazo sin soltar, pinchazo hondo perdiendo la muleta y seis descabellos (algunos pitos); tres pinchazos sin soltar, media corta y dos descabellos (gran bronca). Luis Francisco Esplá: cogido menos grave en el segundo. El sobresaliente Manuel Gómez resultó cogido grave en el sexto. Plaza de Las Ventas, 2 de mayo, último festejo de la feria de la Comunidad. Casi lleno.

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Fractura de tobillo

Vázquez sólo mantuvo la dignidad torera a la hora de abandonar el coso. Se negó a la protección policial y aguantó impertérrito la lluvia de almohadillas. Preferible hubiese sido que esa vena de ética le sobreviniese antes. No realizó faenas a estos animales, pero sí, en sentido figurado, a sus ganaderos, ya que la jinda del espada impidió ver si los funos llevaban dentro el escaso tesoro de la casta y la boyantía.

Los premios al tooro mñás bravo y al mejor piconero quedaron desiertos, lo que contribuyó igualemente a la decepción general. La fiesta a vecers es un desierto o un valle de lágrimas.Vázquez, que no dio ni un capotazo que iluminara con arte el festejo, únicamente intentó dar algunos muletazos de empaque al primero y al quinto, pero desistió, no fuera a acostumbrarse el cotarro. Al sexto comenzó a quitarles las penas antes de que hubiese transcurrido un minuto desde el cambio de tercio.

Esplá banderilleó con su habitual espectacularidad y conocimiento de querencias y terrenos. A la salida del tercer par tropezó y cayó en la torva carota del animal, que le pisó y se acamó sobre él antes de que acudieran en su ayuda. Por cierto que el primero que llegó, y a cuerpo limpio, fue el encargado de las puyas.

Las gentes barruntaron al final de tan hosco festejo que de no haber ocurrido el percance a Esplá, éste hubiese aplicado sus arcanos y todo habría sido mejor. Porque peor, imposible.

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