La fiebre del oro está matando el Amazonas
Las selvas y los ríos del Amazonas brasileño están sufriendo un desastre ecológico de proporciones planetarias, provocado por las más de 2.000 toneladas de mercurio, agente altamente tóxico, con los que los buscadores de oro, o garimpeiros en portugués, contaminan el medio. Unos 600.000 garimpeiros que trabajan en lo más profundo de la floresta emplean una técnica primitiva para purificar el oro aluvial que extraen del lecho de los ríos o de vetas superficiales en la tierra, que consiste en quemar el metal aurífero con una amalgama de mercurio al aire libre. El Ministerio de Minería brasileño calcula que desde 1973 se han extraído 1.026 toneladas de oro, para lo que se han quemado 1.800 toneladas de mercurio.La precipitación del vapor del mercurio y los residuos de la amalgama han dejado algunos afluentes del Amazonas hasta 13 veces mas contaminados que el Rin. Los expertos estiman que los efectos pueden ser similares a lo acontecido en Minamata, Japón, donde centenares de niños han nacido con malformaciones por envenenamiento con mercurio.
"Calculamos que si todo el mercurio acumulado en la Amazonia se transformara en compuestos tóxicos bastaría para matar a seis veces la población mundial, afirma Gerobal Guimaraes, vicedirector del departamento de producción de minerales del Ministerio. Según Guimareas se emplean 1,7 gramos de mercurio por cada gramo de oro. "El año pasado sólo en el río Tapajos se vertieron 100 toneladas de mercurio, como para matar a la población de Brasil. El problema puede alcanzar proporciones mucho mayores que en Minamata", dice el experto brasileño.
Pobre vigilancia
La agencia del Gobierno que se cuida de la preservación de la Amazonia, Ibama, ha delegado la vigilancia de la zona a las administraciones de cada Estado, pobremente equipadas para ello. El presidente del Ibama, Fernando Cesar Mesquita afirma que "los garimpeiros lo están destrozando todo; no son los románticos mineros de antaño con su sartén en la margen de los ríos, sino empleados de grandes compañías cuya maquinaria arrasa todo a su paso". Estadísticas oficiales aseguran que apenas cantidades mínimas de mercurio se importan para uso odontológico o farmacéutico. El resto viene ilegalmente de EE UU o de Europa, por los mismos conductos que el contrabando de oro.Un estudio realizado por la universidad de Río sobre muestras tomadas del Madeira, en Rondonia, donde más de 2.000 garimpeiros dragan este curso fluvial, ha hallado en los peces cinco veces los niveles tolerados de metil-mercurio. Estiman que en los últimos siete aflos se han vertido 105 toneladas de mercurio en el Madeira, y uno de los autores del estudio Wolfgang Pfeiffer calcula que al menos 130 toneladas de mercurio se evaporan anualmente en la atmósfera.
Otro estudio de la universidad de Pará en el Bajo Amazonas anunciaba "una tragedia ecológica ignorada% así como descubrió que la tierra de sierra Pelada, donde se han extraído más de 200 toneladas de oro desde 1982, estaba contaminada al 100%. "La vida humana está en peligro, el pescado que consumen aquellos que no tienen nada que ver con la extracción de oro contiene niveles tres o cuatro veces mayores de mercurio de los tolerados por la OMS, en tanto que muestras de pelo, sangre y orina contienen cantidades de tóxico 20 veces mayores que las aceptables.
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