_
_
_
_

Gorbachov achaca la catástrofe del Transiberiano a la "incompetencia y el desorden"

Pilar Bonet

Algunos supervivientes de la explosión de gas ocurrida en las cercanías de la ciudad de Ufa, en los Urales, fallecieron tras ser descubiertos ayer en estado crítico en los bosques y montañas barridos en la noche de¡ 3 de junio por el incendio fulminante que ha provocado ya casi 200 muertos, según las estimaciones oficiales, y desintegrado dos trenes de pasajeros. Gorbachov denunció como causas de la catástrofe la "incompetencia, la irresponsabilidad y el desorden".

Ayer fue declarado día de luto en la URSS, y el Congreso de los Diputados interrumpió sus sesiones por deseo de Gorbachov, que explicó detalles del desastre a los diputados, tras regresar del lugar del suceso, en la línea del ferrocarril Transiberiano. El número de muertos, qe elevaba a 190 ayer a las seis de la tarde, según los datos facilita dos por representantes del ser vicio de Defensa Civil, pero se teme que haya muchos más. De ellos, 137 fallecieron en el lugar del accidente, y 53, de camino a la clínica. Anoche 706 personas estaban hospitalizadas en Ufa, Cheliabinsk, Moscu -adonde los heridos fueron trasladados en un avión Tupolev del Ejército- y otras ciudades. Otras 272 personas han desaparecido y sus cuerpos pueden haber sido totalmente desintegrados o carbonizados en la explosión y el incendio subsiguiente. Mil ciento sesenta y ocho pasajeros en total se encontraban en ambostrenes. De ellos, 383 en el tren que iba de Novosibirsk a Adler y 785 en el que iba de Adler a Novosibirsk.

La línea férrea fue restablecida en la madrugada del lunes. El general Mijail Moiseev, jefe del Estado Mayor, había estimado ayer, según la agencia Tass, que la cifra provisional de muertos y desaparecidos era de más de 400 personas y otras 600 estaban hospitalizadas.La explosión tuvo una fuerza de 10 kilotones, hizo descarrilar dos locomotoras y 38 coches y derribó los árboles en un radio de cuatro kilómetros, dijo Moiseev, según el cual el gasoducto se encuentra a 1.300 metros de la línea férrea.Mijail Gorbachov, con voz grave y cansada, insinuó ayer ante el Congreso de los Diputados de la URSS que el desastre, uno más en una larga cadena de catástrofes que ha afectado al país en los últimos años, podría deberse a una negligencia. El líder hizo esta alusión referida a dos circunstancias distintas. Por una parte, tres horas antes del accidente se detectó un descenso de la presión. Por otra, los trenes, entre cuyos pasajeros había numerosos niños que se dirigían o volvían de vacaciones en campamentos del mar Negro, no deberían haberse encontrado en la estación.

Los encargados del control del gas, decidieron hacer subir la presión, con lo que el gas, más pesado que el aire, se fue acumulando y extendiendo, y cuando entró en contacto con el tren eléctrico, una chispa fue suficiente para provocar el estallido, según la versión dada por Gorbachov.

"Hemos hablado con los lugareños", dijo Gorbachov, que, junto con otros miembros de la directiva soviética, pasó el domingo en el lugar del suceso, "y todos dicen que la causa es la incompetencia, la irresponsabilidad. Y las cosas no marcharán si aquí y allá nos topamos con la indisciplina que provoca víctimas humanas, para no hablar ya de las pérdidas económicas". El líder confirmó que la población local, alarmada por un ruido, fue la primera en acudir al lugar del accidente, un lugar apartado, situado a 15 kilómetros de la ciudad de Asha.

Las lamentaciones de Gorbachov en el Congreso se realizaban en vísperas de que este foro comience a debatir la candidatura de Nikolai Rizhkov como jefe de Gobierno de la URS S. Varios prominentes economistas soviéticos, algunos de ellos diputados, trazaron ayer un cuadro catastrófico de la economía soviética en un simpósium sobre la perestroika organizado por seis diarios europeos, entre ellos EL PAÍS.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_