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Alerta sanitaria contra los productos importados

Unas 30 toneladas de huevos británicos con'salmonella' han sido desviadas para uso industrial

Tres camiones procedentes del Reino Unido y cargados con unas 10 toneladas de huevos cada uno -contaminados por la bacteria salmonella enteritidis, según revelaron análisis realizados a petición de las autoridades sanitarias- llegaron a la frontera de Irún entre el 20 y el 23 de febrero de este año y entraron en territorio español después de haber sido precintados por el servicio sanitario de fronteras, al existir sospechas sobre el producto. Estos camiones de huevos, que venían a nombre de un importador de Sevilla, se desviaron a la industria transformadora para su uso como materia prima de ovoproductos, según el director general de Salud Alimentaria y Protección de los Consumidores, Ismael Díaz Yubero."Las muestras se tomaron en la frontera", afirma Díaz Yubero, "pero como se tarda un mínimo de 48 horas en hacer los análisis, los camiones llegaron a Sevilla antes de que tuviéramos los resultados. Estuvieron paralizados allí un día o día y medio. Y como los laboratorios detectaron la presencia de salmonella, la carga fue destinada a una industria para su esterilización".

El director de la Secretaría de Sanidad Ambiental y Alimentaria del Servicio Andaluz de Salud, Rafael Silva, asegura que con fecha 24 de febrero recibieron un telefax de la dirección general de Sanidad Exterior en el que se les notificaba la llegada de una partida de huevos procedente del Reino Unido, de la que se habían tomado muestras para conocer si contenían salmonella. Silva afirma que se dio la orden oportuna para paralizar la carga, que iba destinada al comerciante Juan José Sola Rica, domiciliado en Mercasevilla. "El día 17 de marzo recibimos un nuevo télex de la Dirección General de Sanidad Exterior en el que se nos anunciaba que los análisis de salmonella efectuados en el Instituto Carlos III de Majadahonda habían resultado negativos, por lo que mediante una orden del 20 de marzo decidimos liberalizar la carga al mercado".

Esta contradicción de los portavoces de Sanidad y del Servicio Andaluz de Salud acerca de si esta partida de huevos importados de Londres tenía o no salmonella resulta difícil de aclarar, ya que cada uno se reafirmó varias veces en sus afirmaciones. Por otro lado, Benjamín Sánchez Murias, subdirector del Instituto Carlos III de Majadahonda, en Madrid, donde se realizaron los análisis de los huevos para saber si contenían salmonella, admitió que no sabía decir a qué muestras de huevos corresponde cada análisis efectuado. Al parecer, estos análisis se solicitan mediante un oficio, pero no se hace mención al organismo que los pide. Sánchez Murias se negó a informar sobre el número de análisis de huevos efectuado entre el 15 y el 30 de febrero de este año y los resultados obtenidos.

El comerciante sevillano Sola Rica, destinatario de los huevos, manifiesta que todas las operaciones que ha efectuado con esa carga han sido legales y correctas, y que dispone de facturas para demostrarlo. Se niega a dar detalles sobre la mercancía y su destino, pero afirma que tuvo que vender la mercancía a una industria de fuera de Sevilla porque los resultados de los análisis le llegaron 20 días después de recibir la carga. "Soy una persona responsable y sé que después de ese tiempo no se puede sacar esa mercancía a la venta", dice.

Aptitud condicional

Posteriormente, el responsable de Sanidad Ambiental y Alimentaria del Servicio Andaluz de Salud, Rafael Silva, admite que se recibió el 10 de marzo en su departamento un télex del Servicio de Sanidad Exterior de Guipúzcoa en el que se les comunicaba la entrada de una partida de 830 cajas de huevos sellada con la frase "aptitud con condiciones" y dirigida al mismo importador sevillano. "En este caso", comenta Silva, "hablamos con Madrid para que nos aclararan esa frase, y nos dijeron que significaba que la carga era para uso industrial. Los huevos iban destinados a una fábrica de Murcia y, como la partida no pasó por Andalucía y se salía, por tanto, de nuestra competencia, no hicimos un seguimiento de la misma".Un portavoz de la Consejería de Bienestar Social de la Comunidad de Murcia, Juan Villanueva, aseguró a este periódico queen esa comunidad se había descubierto la presencia de huevos importados a granel que se sospechaba que podían haber pasado la frontera sin el debido control del Servicio Oficial de Inspección y Vigilancia del Comercio Exterior (Soivre). "Estos huevos, procedentes sobre todo de Holanda, han llegado a Murcia, y algunos minoristas parece que están envasándolos como frescos. Se han abierto cuatro expedientes y hemos notificado el asunto al Instituto Nacional del Consumo, aunque no se han detectado huevos con problemas sanitarios".

Rafael Silva considera que el Servicio de Sanidad Exterior, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, tiene una forma "muy peculiar" de trabajar. Silva la explica así: "En lugar de parar la carga sospechosa en la frontera, toma muestras de la misma para su análisis y deja que pase al mercado interno, de manera que nos pasa la patata caliente a las autonomías".

Por su parte, el jefe de Seguridad Biológica del Departamento de Sanidad y Consumo del Gobierno Vasco, Javier García, asegura que hace un año este organismo pidió información al Servicio de Sanidad Exterior sobre importación de huevos, "para saber qué tipo de análisis hacen en la frontera", sin que hasta la fecha hayan recibido contestación. "Hasta ahora no hemos visto señales de alarma, pero sospechamos que en cuanto a importación y comercialización de huevos no se está cumpliendo la legislación europea. Creemos que granjas del País Vasco están vendiendo huevos pequeños en estuches reutilizables, y por eso no sabemos la fecha exacta de la puesta de estos huevos".

Ismael Díaz Yubero reconoce que se están vendiendo huevos a granel, ya que la legislación europea no obliga a que se comercialicen envasados. Pero afirma que cuando un camión con huevos llega a la frontera se analiza su carga. "Si las muestras dan resultado negativo, los huevos van al consumo, y si se encuentran en ellos salmonellas, se envían a industrias transformadoras". Díaz Yubero asegura que en estos casos se precinta el camión y luego se avisa a los responsables de la comunidad autónoma hacia donde se dirige la carga, para que hagan el seguimiento de la misma. "El control en estos casos corresponde a las comunidades autónomas y ya se han coordinado acciones para el reconocimienento de huevos". Díaz Yubero manifiesta que las importaciones de huevos se miran con lupa, admite que no existe un registro de importadores, porque cualquier persona es libre de hacerlo.

España, primer consumidor

Rechazados 15 camiones cargados de huevos

España es el país de Europa que más huevos consume, seguido de la República Federal de Alemania, según fuentes de la Dirección General de Aduanas. Los últimos datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud indican que cada año se producen en Europa más de un millón de intoxicaciones alimentarias y varios cientos de muertes derivados de la salmonella.En España se declararon 51.448 casos de toxiinfecciones alimentarlas en 1987, aunque los expertos sanitarios estiman que el número real de estas intoxicaciones ronda el medio millón al año. El 7 1 % de los casos referidos se deben a la salmonella. En España existe un programa nacional y autonómico de lucha contra la salmonelosis desde 1987.

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