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Pedrol quiere un futuro sucesor al frente de la abogacía "aséptico políticamente"

El Colegio de Abogados de Madrid ha renovado ocho de los cargos de su junta de gobierno, sin necesidad de votación, por falta de oposición a la candidatura encabezada por Fernando Albero, del PSOE. El hecho de que el mandato de Albero como vicedecano primero sea de cinco años y que el actual decano, Antonio Pedrol, de 78 años, cesará dentro de tres años, ha desencadenado movimientos en torno a la sucesión de Pedrol, para la que el todavía decano propugna un profesional "aséptico políticamente".

La junta general ordinaria del colegio de abogados madrileño, inicialmente prevista para la votación de los ocho cargos de su junta de gobierno a renovar reglamentariamente, concluyó ayer sin necesidad de votación y con la aprobación unánime de los presupuestos para 1989, por un importe superior a los 1.800 millones de pesetas.Al margen de la denominada paz colegial, que Pedrol interpreta como un indicio de que "se trabaja", fuentes socialistas consideran que el hecho de que no se haya presentado ninguna candidatura alternativa a la encabezada por Albero, es un indicio de "pasividad por parte de la derecha" respecto a la sucesión de Pedrol. Algunos rumores sobre la posible presentación de Rafael Pérez Escolar fueron desvanecidos por dicho abogado, quien expresó su apoyo a Fernando Albero.

Las mismas fuentes dan gran importancia a que José María Stampa, considerado como el delfín de Pedrol, no haya aprovechado "la ocasión de oro de esta elección, para dimitir como vicedecano segundo y disputar a Albero el cargo de vicedecano primero".

Por su parte, Antonio Pedrol, que lleva 15 años en el cargo, recordó ayer a EL PAÍS que "faltan tres años para que yo tome la decisión de presentarme o no a la reelección", pero reconoció que "es natural que, aunque yo no he dicho nada sobre el particular, se produzcan especulaciones". Sobre su futuro relevo, Pedrol señaló que "los candidatos a sucesores tienen muchas formas de demostrar sus méritos". En todo caso, Pedrol atribuyó la falta de candidaturas alternativas al hecho de que se sabía", dijo, "que el decano y la junta de gobierno apoyaba la candidatura de Albero".

Hombre 'puente'

Pedrol no quiso ofrecer nombres de posibles sucesores, pero sí anticipó la necesidad de que sea un hombre que mantenga el actual equilibrio de la junta de gobierno -en la que están representados los principales partidos parlamentarios-, para lo que será preciso un profesional "aséptico políticamente". Esta circunstancia descarta a Fernando Albero, quien coincidió con Pedrol en la conveniencia de que el futuro decano sea un abogado "medianamente independiente". Albero reconoció que si Pedrol no se presenta a la reelección, el vicedecano primero será el que tendrá más posibilidades de sucederle, pero anticipó que no optará a ese cargo, aunque no descartó su papel de hombre puente hacia la nueva etapa.

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