Siete soldados israelíes mueren en un atentado
Siete soldados israelíes resultaron muertos ayer en un ataque suicida realizado por integristas musulmanes con un coche bomba contra un convoy militar en la localidad de Metula, en el sur de Líbano, cerca de la frontera con Israel. El conductor del vehículo suicida también murió en el atentado, del cual se ha responsabilizado un grupo proiraní. El Gobierno israelí ha prometido venganza.
"La justa mano de Israel alcanzará a los asesinos", declaró anoche el primer ministro israelí, Isaac Shamir, al conocer la noticia. En similares términos se expresó el líder laborista y ministro de Asuntos Exteriores, Simon Peres, quien dijo que Israel "no descansará hasta encontrar a los asesinos".Otros ocho oficiales y soldados israelíes resultaron heridos, así como dos mujeres de nacionalidad libanesa. El ataque se produjo dentro de la llamada zona de seguridad establecida por Israel en el interior del territorio libanés. Un conductor suicida hizo estallar un coche bomba, cargado con 150 kilos de dinamita, al paso de una patrulla de siete vehículos militares israelíes, a 300 metros de la frontera y del pueblo de Metula.
En Beirut, una coalición proiraní denominada Resistencia Islámica se responsabilizó anoche del atentado y dijo que se trataba de un regalo para los palestinos en la revuelta que desde hace diez meses mantienen en los territorios ocupados de Cisiordania y Gaza.
La explosión destruyó los camiones de transporte de tropa y otros dos vehículos en los que viajaban miembros de los servicios de inteligencia y alcanzó también un puesto de vigilancia israelí y una oficina de expedición de visados de entrada a Israel.
El primer ministro en funciones del Gobierno prosirio libanés, Selim Hoss, aplaudió el atentado y declaró: "La batalla para liberar el territorio del enemigo israelí es el tipo de batalla más noble".
