Prohibido en Suráfrica el filme 'Grita libertad' después de ser aprobado por la censura

El ministro surafricano de Justicia, M. Koble Coetsee, prohibió al mediodía de ayer, viernes, la proyección en todo el país del filme Grita libertad (Cry freedom), dirigido por el británico Richard Attenborough, después de que hubiera recibido el visto bueno de la censura el día anterior. La película narra la Irivestigación que hace un periodista blanco, Donald Woods, sobre la detención y asesinato por la policía política surafricana del líder naciónalista negro Steve Biko.Una de las primeras proyecciones del filme -la película sólo podía ser vista por rriayores de 19 años-, realizada en un gueto negro de Johanesburgo, fue saludada con una bomba que estalló antes de la proyección y no causó víctimas, según informó la policía. El Gobierno racista de Pretoria había reconsiderado su actitud inicial de permitir la proyección del filme con una veintena de cortes, entre ellos la matanza de Soweto, ocurrida. en junio de 1976. Attenborough había exigido que su filme sólo podría ser exhibido íntegro y que no se hicieran restricciones (le tipo racista entre el público.

La postura oficial parecía que había variado, como muestra la crítica aparecida en la publicación progubernamental Citizen, cuyo especialista cinematográfico ha escrito, a propósito de Cry freedom, que es un filme "con algunos defectos, pero brillante". El mismo crítico llega a afirmar que la película se ve con el corazón encogido de principio a fin.

El filme fue presentado en el último festival de Berlín y allí fue considerado por los informadores acreditados como una película eminentemente comercial, pero comprometida contra el apartheid y dirigida hacia el público no bien informado de la situación surafricana.

Posteriormente el ministro surafricano de Información, Stoffel van der Merwe, afirmó en una conferencia de prensa que el filme es "un instrumento de propaganda contra Suráfrica. Cry freedom es ofensiva hacia los diferentes grupos de surafricanos". Refiriéndose a las bomba colocada en un cine en el que se proyectaba la película, Merwe dijo que el filme "podía conducir a la violencia entre los diferentes grupos"; y que en él se daba de las fuerzas de seguridad "una imagen tan negativa que la confianza que en ellas deposita el público podría verse gravemente afectada".