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El presidente salvadoreño viaja a EE UU para ser tratado de una grave enfermedad

Antonio Caño

El presidente salvadoreño, José Napoleón Duarte, iba a ser trasladado ayer a Estados Unidos para ser tratado de una grave enfermedad del aparato digestivo. Oficialmente se ha confirmado que el estado de salud del presidente "es delicado" y que deberá estar ausente del país "alrededor de un mes y medio", aunque se niega que sufra cáncer en proceso irreversible, como se afirmaba ayer en los informativos de la cadena de televisión norteamericana CNN.

La enfermedad de Duarte coincide con el momento de más grave desestabilización política que sufre El Salvador en los últimos años. A primera hora de la tarde de ayer (noche en España) estaba prevista la salida de Duarte de San Salvador, donde iba a ser despedido por los miembros de su Gobierno. El lunes, el presidente, de 62 años de edad, recibió en su casa a los integrantes del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y a los miembros de la Conferencia Episcopal. El presidente salvadoreño será tratado, según se ha informado extraoficialmente, en el hospital Walter Reed de Washington.Fuentes de la presidencia afirman que la enfermedad del mandatario es una úlcera sangrante, aunque admiten que ésta puede evolucionar gravemente, e incluso poner en peligro la vida del paciente:, si Duarte no es tratado inmediatamente y guarda reposo por un largo período de tiempo.

Otras fuentes periodísticas y medios próximos a la oposición izquierdista aseguran que el verdadero diagnóstico que los médicos han dado al presidente es el de un cáncer en estado avanzado, Las últimas personas que lo han visto afirman que tiene un aspecto "muy desmejorado".

Durante la ausencia de Duarte se encargará de la presidencia el vicepresidente, Rodolfo Castillo Claramunt, quien ha regresado precipitadamente al país después de un viaje oficial a Taiwan. La normativa sucesoria salvadoreña prevé que sea Castillo, recientemente expulsado del Partido Democrático Cristiano (PDC) por una facción disidente, el encargado de dirigir el país hasta la celebración de las próximas elecciones presidenciales, prwiristas para marzo de 1989.

El declive fisico de Duarte coincide dramáticamente con su declive político. La derrota del PDC en las elecciones legislativas y municipales de marzo pasado ante la ultraderechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), la profunda división surgida en el seno de su partido -lo que limita enormemente sus posibilidades electorales- y el estancamiento de la guerra civil -que favorece a la guerrilla- han creado un marco d inestabilidad y confusión que re sucita el peligro del golpe militar

Ayer se constituyó la Asamblea Legislativa después de varios meses de conflicto entre el PDC y ARENA. El partido ultraderechista ocupa 31 escaños, 10 más que el PDC, y se presenta como un serio aspirante a obtener la presidencia, desde la qu defendería una política de ofensiva total contra la guerrilla.

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