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España pretende aglutinar en Copenhague los intereses de los paises pobres de la CE

El presidente del Gobierno, Felipe González, acudirá hoy a Copenhague con la pretensión de reforzar el papel de España como portavoz no sólo de los intereses de los países latinoamericanos, sino también como aglutinante de las aspiraciones de los países pobres de la Comunidad Europea (CE), concretamente Portugal, Grecia y, en menor medida, Irlanda, dijeron ayer medios diplomáticos españoles. Las mismas fuentes advierten que "no conviene hacerse demasiadas ilusiones" de que las tesis de los países del sur de Europa lleguen a triunfar en la cumbre comunitaria ni de que se tomen en cuenta las propuestas latinoamericanas de la cumbre de Acapulco, cuyas conclusiones presentará González.

El propio González, en declaraciones efectuadas ayer, se refirió a la "enorme trascendencia" que para España tiene la reunión del Consejo Europeo de Copenhague, la primera tras la aprobación del Acta única Europea, y en la que, como ya ocurrió en la anterior cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la CE, celebrada en junio en Bruselas, nuestro país se alineará básicamente, en una mayoría de cuestiones, con las propuestas de lo que ha dado en llamarse el sur.La ambición del presidente del Gobierno español de convertirse en el otro motor de Europa quedó claramente plasmada al manifestar ayer que, dentro de una década, la RFA y España serán los países que más se beneficien de la integración europea.

España cuenta con el apoyo de Grecia, cuyo primer ministro, Andreas Papandreu, probablemente se entreviste con González esta noche, en su oposición al proyecto de presupuesto comunitario para 1988, por entender que no resuelve los problemas de la CE a medio plazo. Portugal, que en principio dio su visto bueno al presupuesto, acude al Consejo Europeo "en cierta manera alineado con las tesis españolas" contrarias a este presupuesto, confiaron medios del palacio de Santa Cruz.

A medio plazo

Sobre la reforma a medio plazo de la estructura del presupuesto comunitario, España se alinea frente a la RFA, Francia e Italia, *al pedir que se considere, a la hora de elaborar el índice de contribución de cada país, el PNB per cápita, y no solamente el PNB, como propone la Comisión Europea.

González llegará a la capital danesa a media tarde de hoy, y mantendrá encuentros bilaterales con el presidente de la Comisión Europea, Jaeques Delors, y con el primer ministro danés, Poul Schluter, que ostenta la presidencia semestral de la CE y que, en calidad de tal, visitó Madrid hace poco más de un mes. El plan Delors para la reforma de la CE cuenta con el apoyo español y de los restantes países más deprimidos, en varios puntos sustanciales, especialmente en la duplicación de los fondos estructurales de aquí a 1992 -se trata de hacerlos llegar a 14.000 millones de unidades de cuenta europeas (ECU)- y concentrar su intervención en las regiones más pobres de la Comunidad. La propuesta española incluye un ligero incremento en los límites mínimos para que una región pueda considerarse menos desarrollada, de manera que abarque también a comunidades como Asturias, Cantabria y el País Valenciano.

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Sin embargo, la batalla que España deberá dar tácticamente en solitario en esta reunión se refiere a Latinoamérica. González llevará a sus colegas europeos el texto del compromiso de Acapulco, en el que los ocho países del Grupo de Río solicitan unas condiciones mínimas en su diálogo con los Estados desarrollados, un compromiso que adquirió a mediados de octubre en su viaje a varios países latinoamericanos.

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