Retraso de Spantax
Día 23 de agosto, 4.30 de la madrugada. El autocar de la agencia club de Vacaciones nos recoge en el hotel para transportarnos aeropuerto de Son San Juan Palma de Mallorca). Seis de la madrugada. Facturamos los equipajes. Siete de la mañana. El melo IIX 883 de la compañía Spantax, con destino Madrid, anuncia retraso por los servicios le megafonía sin causa justificada. Nueve de la mañana. Nuevo anuncio de retraso, sin más.Doce de la mañana. Otro anuncio de retraso. Los pasajeros invadimos pacíficamente las oficinas de Spantax, donde esta vez nos informan que posiblemente saldremos a las cinco de la tarde, cuando todos los vuelos anunciados posteriores al nuestro de la misma compañía y otras partían con relativa puntualidad unos y comprensible retraso otros. 12.30. La compañía nos comunica que, aunque no es obligación suya, nos pagaría el almuerzo, que ninguno deseamos. Miembros de la Guardia Civil nos invitan amablemente a que desalojemos las oficinas de Spantax.
Cinco de la tarde. La desolación de los pasajeros invita a la crispación de algunos, que, presos de nerviosismo, lloran ante la adversidad e impotencia, y que nos encontramos totalmenjte: desasistidos y sin saber dónde recurrir.
17.30. Se nos informa por lo altavoces que el vuelo se retrasó nuevamente hasta las diez de la noche. 22.15. Embarcamos en avión.
Día 24, 0.15. Llegamos a Madrid y esperamos pacientemente la recogida del equipaje (media hora más). Total, 15 horas de retraso.
