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RELIGIÓN

La Iglesia de Inglaterra vota a favor del sacerdocio de la mujer

La Iglesia de Inglaterra adoptó ayer la medida más revolucionaria desde su separación de Roma, hace 450 años. Por 317 votos contra 145, su sínodo general o parlamento se pronunció a favor de la ordenación sacerdotal de las mujeres, aunque la legislación que haga posible esa ordenación no esté lista por lo menos hasta 1992.El sínodo, que reúne a 565 miembros en representación de las cámaras de obispos, clérigos y laicado, rechazó, asimismo, una moción presentada por el obispo de Chichester, Eric Kemp, que pedía un aplazamiento de la decisión.

La decisión es de tal conflictividad que su adopción podría llegar a producir un cisma en la Iglesia de Inglaterra, Iglesia madre de la comunión anglicana mundial. La oposición a la ordenación de las mujeres ha estado encabezada por el doctor Graham Leonard, obispo de Londres y tercera jerarquía en importancia de la Iglesia anglicana, en el plano eclesiástico, y por el secretarlo de Estado para Agricultura y ex presidente del Partido Conservador, John Gummer, en el civil.

Ambos, que se han declarado anglicanos convencidos, han amenazado con formar un Iglesia cismática de la de Inglaterra o con su integración en otras comuniones religiosas, como la católica o la ortodoxa, si el sínodo accedía a que se preparase la legislación necesaria para que las mujeres puedan acceder a las órdenes mayores.

El doctor Graham, en una apasionada intervención en el debate, manifestó que hace 20 años el mismo sínodo había manifestado que "nada había más importante que la unidad de la Iglesia" y, sin embargo, ahora otro tema, el de la ordenación de las mujeres, se había convertido en más importante.

Por su parte, el arzobispo de Westminster y primado de la Iglesia de Inglaterra, doctor Robert Runcie, decidido partidario de la medida, junto al otro arzobispo de esta Iglesia, el de York, doctor John Hahgood, hizo un llamamiento a la unidad y manifestó que todavía "no había llegado el momento de ponerse los salvavidas para abandonar el barco de la Iglesia, ya que la primera ordenación de una mujer no se produciría por lo menos hasta l992".

La Cámara de los Lores

El sínodo actual termina su mandato en 1991 y no se considera posible que la legislación necesaria para que las mujeres puedan acceder al presbiterado esté preparada antes de esa fecha, sobre todo si se considera que la legislación tiene que ser aprobada por el Parlamento británico, dada la oficialidad de la Iglesia de Inglaterra, cuya cabeza es la reina Isabel II. Los dos arzobispos y los 24 obispos son miembros natos de la Cámara de los Lores.En el informe, preparado por la cámara de los obispos y aprobado por el sínodo, se pone de relieve que ningún obispo será obligado a ordenar a una mujer en su diócesis en contra de su voluntad, aunque, como recordaba un experto, no se aclara qué ocurrirá en diócesis como Londres, donde su titular es contrario, y algunos de sus sufragáneos, favorables. Por su parte, un párroco opuesto al principio de la ordenación sacerdotal de las mujeres podrá negarse a que una mujer ordenada dirija servicios religiosos en su parroquia, aunque el obispo de su diócesis esté a favor.

En todo caso, y a pesar de la prudencia del informe, la medida se considera irreversible, ya que, una vez el Parlamento apruebe la legislación necesaria, no podrán acceder a la dignidad episcopal aquellos clérigos que no estén de acuerdo con el principio.

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