El trabajo de los religiosos
Una información de este diario titulada Los obispos apoyan a las religiosas en el conflicto con Sanidad (28 de diciembre de 1986) me despertó algunas reflexiones. A fines del siglo XX, ¿no sería más adecuado que los obispos, en lugar de apoyar a las citadas religiosas en sus intereses laborales pactados por convenio, se replantearan si personalidades como José de Calassang, Vicente de Paul o Joaquina de Vedruna se preocuparían hoy por cubrir con miembros de sus instituciones las plazas que la misma sociedad ya cubre mediante profesionales de la enseñanza, educación o técnicos de sanidad?Las instituciones asistenciales creadas por ellos surgieron en función de unas necesidades desatendidas, y actuaron en plan de suplencia cuando las autoridades del momento no podían o no se proponían atenderlas. Hoy, en cambio, la impresión es de que los obispos intentan proteger o conservar unas irregularidades laborales, estableciendo una desigual competencia con otros profesionales, quizá incluso mejor preparados. Cuando escasean los puestos públicos de trabajo destinados a atender las necesidades sanitarias o escolares de la población, ¿deben ocuparlos los religiosos? ¿Es que el espíritu que animaba a los citados fundadores ha perdido actualidad o es que a sus seguidores les falta imaginación?-
Granollers, Barcelona.
