España necesitará en los próximos años 13.000 expertos en nuevas tecnologías de la información
Un estudio de Fundesco, fundación de la Compañía Telefónica Nacional de España, en colaboración con la universidad Politécnica de Madrid (UPM) revela que en los próximos años faltarán en España unos 13.000 técnicos superiores en nuevas tecnologías de la información. Esta cifra es la diferencia entre la oferta prevista de técnicos superiores en este área, unos 8.000, y la demanda prevista, que alcanza los 21.000.
Según los promotores del informe, la falta de técnicos puede poner en peligro el despegue tecnológico que se ha iniciado en los últimos años. En el informe se ha considerado que, bajo la denominación de tecnologías de la información, se agrupan las tecnología de informática, telecomunicaciones y electrónica. Las mayores necesidades, explicó Vicente Ortega, vicerrector de investigación de la UPM, en el acto de presentación del informe, se darán en las áreas de software y de telemática. Aunque no se ha estudiado el tema en lo relativo a técnicos de grado medio, formación profesional y personal auxiliar, se supone que la carencia será también grande en los próximos años.Esta carencia se refiere tanto a los investigadores de centros públicos como al personal necesario para las empresas del sector de tecnologías de la información. España tiene el más bajo índice de científicos y técnicos en todas las ramas de todos los países de su entorno, incluido Portugal, recordó Emilio Muñoz, director general de Política Científica, quien señaló que el potencial industrial de España no cuadra con su potencial científico y tecnológico.
Ángel Luis Gonzalo, que dirige Fundesco, explicó que el informe no pretende llenar las facultades y escuelas técnicas relacionadas con las tecnologías de la información, sino dar un toque de atención para la puesta en marcha de medidas que tiendan a corregir la situación a medio plazo y brinden soluciones de emergencia a corto plazo.
Según el informe, el Estado debe tomar la iniciativa en impulsar planes de formación, en estrecha colaboración con las empresas y centros de enseñanza del sector, y de difundir estas posibilidades entre los estudiantes y graduados. Se señala también que el sistema educativo actual es insuficiente por su rigidez, por lo que se recomienda su cambio según la reforma ya en estudio por el Consejo Superior de Universidades. Sus líneas principales son el establecimiento de una estructura cíclica con diplomas intermedios, la potenciación de las carreras de ciclo corto, la flexibilidad de los currículos y de los planes de estudio, la ampliación del número de titulaciones y el fomento de la movilidad entre carreras y vertical (promoción). Esta reforma debería ser hecha teniendo en cuenta el déficit en estas tecnologías.
