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Omán pide a los Estados del Golfo mayor coordinación contra el terrorismo

El sultán Qabus de Omán inauguró ayer la sexta cumbre de jefes de Estado de las monarquías árabes del golfo Pérsico lanzando un llamamiento a favor de una mayor "coordinación para proteger la región contra los síntomas de la violencia y del terrorismo", en parte relacionados con el conflicto que desde hace media década enfrenta a Irán e Irak.

La reunión de jefes de Estado se desarrolla en el lujosísimo hotel-palacio de Al Bustan.Allí, ante los reyes o emires de los oasis Estados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) -Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Qatar y Bahrein-, el sultán Qabus de Omán pidió también a los líderes de ambos países contendientes que muestren una mayor flexibilidad con vistas a los esfuerzos de mediación para poner paz, pero se abstuvo de achacar a las autoridades de Teherán la responsabilidad de su fracaso.

Protección con misiles

El sultán abrió la cumbre de este reducido club de ricas monarquías petroleras árabes en medio de impresionantes medidas de seguridad.Se preveían nada menos que el despliegue de tiradores de elite en los tejados, de misiles antiaéreos en algunos descampados y el sobrevuelo por helicópteros de combate de las caravanas de vehículos oficiales que circulaban rodeadas por enjambres de motoristas por arterias cerradas al tráfico.

Las calles desiertas ayer haw bían sido decoradas con millones de bombillas multicolores y miles de retratos de los jefes de Estado reunidos.

Durante sus cuatro días de reuniones, los seis miembros del CCG adoptarán, a juzgar por los resultados de la reunión preparatoria de sus ministros de Asuntos Exteriores, una actitud conciliadora ante un Irán en guerra contra Irak desde hace más de cinco años, aunque intentarán, no obstante, acentuar su integración en materia de defensa para protegerse mejor de eventuales "desbordamientos bélicos".

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A pesar de las amenazas verbales proferidas por Teherán contra algunas monarquías de la península Arábiga y de los frecuentes abordajes en aguas del Golfo por patrulleras iraníes de cargueros que transportan mercancías destinadas a Irak, el ministro de Asuntos Exteriores de Omán, Yussef Alawi, recalcaba que estas reacciones no constituyen un drama.

"No queremos", añadía, "que estos incidentes provoquen tensión en nuestras relaciones con Irán".

Acaso porque sus anteriores intentos de mediación fracasaron estrepitosamente, suscitando incluso el descontento de Teherán, que los calificó de "parciales", el CCG tiene, al parecer, esta vez la intención de abstenerse de elaborar cualquier tipo de proyecto de conciliación entre los beligerantes.

A diferencia de ocasiones anteriores, ningún participante en las reuniones de preparación ha hecho el menor elogio de la voluntad de paz de Bagdad comparada con la determinación revanchista de su adversario.

El capítulo militar ocupará gran parte de los debates de los seis jefes de Estado, que, según el ministro de Defensa del sultanato, Sayid Fahr, deberán ratificar una "estrategia de defensa conjunta", cuyas líneas maestras -obtención de una mayor autonomía con vistas a sus proveedores de armas y creación de una industria de armamento propia- fueron aprobadas a finales de octubre por sus homólogos del CCG.

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