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TRIBUNALES

Sainz de Robles recuerda ante el Rey la promesa de Felipe González de 'dignificar' a los jueces

Don Juan Carlos declaró ayer abierto el año judicial 1985-1986, al término de un acto en el que el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Federico Carlos Sainz de Robles, y el fiscal general del Estado, Luis Antonio Burón Barba, presentaron sus respectivas memorias. Sainz de Robles se despidió de los cinco años de mandato del primer CGPJ con una defensa ardorosa del estamento judicial y con la revelación de la promesa que, según dijo, le hizo personalmente el presidente del Gobierno, Felipe González, sobre la dignificación de la situación económica y social de los jueces españoles.

El Rey hizo su entrada en el palacio de Justicia a mediodía, tras la celebración de una misa en el salón de los Pasos Perdidos del palacio de Justicia. El acto de apertura solemne del año judicial se celebró en el Salón de Plenos. A la derecha del Rey se sentaron Sainz de Robles, presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, y Burón Barba, fiscal general del Estado, y a la izquierda, el ministro de Justicia, Fernando Ledesma, y el presidente de la Audiencia Nacional, Rafael Mendizábal.En lugares destacados se encontraban los magistrados del Tribunal Supremo y los presidentes de las Audiencias Territoriales, en su mayoría de avanzada edad. No había, en cambio, un lugar reservado para el vicepresidente del Tribunal Constitucional, Jerónimo Arozamena, que inicialmente fue instalado en un banco destinado a periodistas. Más tarde, fue invitado a sentarse junto a altos cargos del Ministerio de Justicia, al mismo nivel protocolario que los vocales del CGPJ, de cuya futura presidencia Arozamena es precisamente el más firme candidato.

Burón hizo un resumen de la extensa Memoria del Ministerio Fiscal y, tras manifestar que los porcentajes de los delitos más numerosos, contra la propiedad, se han estabilizado en los últimos años, estimó que "se vislumbra una lucecita que indica el final del túnel, es decir, una posibilidad de que alcancemos el final de esta pesadilla que dura ya 14 años". Durante su intervención, al leer una de las abundantes cifras aportadas, Burón dijo 1.236.745 "pesetas", en lugar de "procedimientos penales iniciados". Se corrigió inmediatamente, sonriendo.

Incidencia de la droga

El fiscal general del Estado destacó que de los delitos individuales se ha pasado a la criminalidad organizada, profesionalizada y violenta e hizo hincapié en la incidencia de la droga sobre el testo de la delincuencia.- En este punto resaltó la creación de la figura del fiscal especial contra la droga, si bien subrayó que el designado, José Jiménez Villarejo, ha cumplido el objetivo de acumular y ordenar datos de toda clase, pero no el de utilizar estos para influir de forma decisiva en la lucha contra el tráfico, que sólo se ha hecho parcialmente.

La intervención de Sainz de Robles era muy esperada, por el conflicto de competencias con el Parlamento planteado ante el Tribunal Constitucional a propósito de la elección de 12 de los 20 vocales del CGPJ y porque en 1984 alteró el carácter habitualmente protocolario del. acto de apertura del año judicial con un ataque a la ley orgánica del Poder Judicial, entonces en gestación. El discurso de ayer fue más moderado y, a diferencia del pronunciado el año anterior, permitió el aplauso de la gran mayoría de los asistentes, aunque con especial entusiasmo por parte de los funcionarios judiciales. Sainz de Robles destacó el carácter autocrítico con que ha actuado el órgano de gobierno del poder judicial, durante estos primeros cinco años de mandato y su talante democrático, puesto especialmente de manifiesto en la tarde del 23-F, cuando manifestó su adhesión a la Constitución y a la Corona.

Aseguró que el Consejo ha aceptado las críticas por acerbas que hayan sido, y ha facilitado los datos para tales críticas. Echó en falta una "política judicial de Estado" y añadió que el CGPJ ha tratado de suplir esta carencia y convertirse en el primer motor de la reforma judicial, papel que, según dijo, ha asumido ahora el poder ejecutivo. En este marco, Sainz de Robles reveló la "promesa que me hizo personalmente el presidente del Gobierno", dijo, en orden a "la dignificación definitiva del status económico y social de los jueces y sus colaboradores". El presidente del CGPJ manifestó también que los jueces son el grupo social que más a gusto se encuentra con la Constitución y negó tajantemente que la justicia sea la institución del Estado que peor funciona. Afirmó que hay órganos e instituciones "menos creíbles que el juez por sus conciudadanos".

Homenaje al juez

Sainz de Robles concluyó su discurso con el elogio a ese juez español "silencioso", "tan plural de pensamiento y talante como lo permite la Constitución", que "no pide nada nunca", que "no tiene horario de trabajo ni se escuda con la falta de medios para postergar la justicia", cuya "soledad no es lo mismo que aislamiento social", a quien "el Consejo ha exigido mucho ( ... ), y a quien le es debido este testimonio "como acto de justicia".

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