Los Rebeldes, por ejemplo
Los Rebeldes se empeñaron en tocar dos días. Su estilo rocka billy, muy delimitado, añadido a que no son un grupo local -ahora, en Madrid, se venera lo propio más que nunca-, de bieron incidir en la escasa asis tencia a su primera actuación en la capital.Carlos Segarra es la figura imprescindible del trío, por sus ademanes, voz y guitarra a la vieja usanza rockera. La voz conseguía el eco auténtico, pero no la nitidez adecuada, y los punteos de guitarra carecían de presencia, además de energía. Y el contrabajo de Aurelio Morata distorsionaba varias veces.
Ritmo constante
Los Rebeldes
Concierto en la sala Astoria. 70 minutos.Madrid, 8 de febrero de 1985
El ritmo constante y animoso de los temas fue el máximo afi ciente de un concierto que con tentó a unos espectadores nada exigentes, que sabían lo que habían ido a escuchar y, algunos, a bailar.La aparición del saxo, Toni Solá, un músico correcto, pero poco brillante, acrecentó el ja leo musical. "¡Viva Las Vegas!" exclamó un gracioso entre un público que añora pandillas y guateques. Y el caritante respondió, con firmeza: "¡Viva Texas!".
Harley 66, Esto es 'rock and roll'-una proclamación sincera y desenfadada-, Ave nocturna y Esa manera de andar son algunas de las composiciones del último elepé de este grupo barcelonés que pueden cautivar por la sencillez, que no por la magia, que no existe. Despidieron su recital con un bis de dos clásicos en inglés, que todos aplaudieron alentados por las palabras de Segarra: "Ea, que no decaiga. Estamos en la era Acuario y hay buenas vibraciones para todo el mundo".
Hechos como éste prueban que cualquier música, vivida y reconocida en su tiempo, puede retornar al cabo de los aflos y atrapar una audiencia joven. Y en el caso del rockabilly, su vuelta o revival se fundamenta en la expansión y en el establecimiento definitivo del rock en términos generales como fenómeno social e histórico. Y es que sucede que colgarse una guitarra y subir a un escenario se ha convertido en un acto más habitual y, en tal uso, repetido; uno y otro han aparecido con las personalidades y los estilos más variopintos. De entre ellos pueden presentarse quienes intentan reavivar la fórmula más genuina de finales de los cincuenta. Stray Cats, en el Reino Unido, o Philip Kaufman, para el cine norteamericano, con The wanderers, o Los Rebeldes, por ejemplo.
Babelia
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