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Un robot manipulador, primer eslabón de la tecnología nacional de robótica

EE UU comercializará una patente españoIa sobre control numérico dé máquinas herramientas

Un robot industrial con tecnología enteramente española, realizado por el Instituto de Automática Industrial (IAI), en colaboración con la empresa del Instituto Nacional de Industria (INI) Experiencias Industriales, SA (ESA), será presentado próximamente en la Feria de Muestras de Bilbao. Por otra parte, la multinacional norteamericana General Electric acaba de adquirir los derechos mundiales de comercialización de una máquina de control numérico, otro producto de investigación de este instituto, en colaboración con la empresa Aurki.

El robot, que ha costado 67 millones de pesetas, se inscribe en la línea de trabajo desarrollada por el IAI para integrar la investigación tecnológica en las necesidades de la industria española, y constituye el primer eslabón en la creación de una tecnología nacional de robótica.El robot de manipulación es uno de los más sencillos, pero se ha realizado un modelo muy versátil. Puede mover hasta 30 kilos y tiene una movilidad de seis grados distintos, gracias a las seis articulaciones de las que dispone. ÉISA ha construido la parte mecánica y los servomotores de las articulaciones. El IAI, organismo perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CISIC), se ha encargado del diseño del prototipo y de elaborar la llamada parte inteligente.

De momento, el robot es ciego, pero ya se está trabajando en la segunda generación, que estará dotada de atributos sensoriales. El sistema de control se complica sensiblemente según los atritutos de que se le dote. Se ha desarrollado ya un sensor ultrasonoro en un robot más pequeño, de experimentación, que podría serie implantado a éste una vez perfeccionado. Con él puede reconocer objetos por su tamaño si se le define su entorno.

"Un robot es un sistema mecánico articulado manejado, por un conjunto de computadoras internas. Hoy día tiene aplicación en cualquier sector de la sociedad, pero a nosotros", dice Manuel Alique, director del Instituto, "nos preocupa especialmente el papel que desarrollan en la automatización de la producción. Las instrucciones -el software o programa de cada computadora- se pueden modificar, lo que ofrece una enorme flexibilidad en el sistema de producción. Justamente este sistema de producción flexible es el que ha permitido la recuperación económica de uno de los países más competitivos en el mercado de la electrónica, Japón".

"Con los sistemas. de fabricación flexible no sólo se consigue dar una respuesta muy rápida a las necesidades de la sociedad, sino que las existencias acumuladas de productos se reducen sensiblemente. La empresa Toyota, por ejemplo, sólo tienen existencias para cinco horas, con lo que no corre el riesgo de que el material almacenado se quede obsoleto. La automatización y flexibilidad de la factoría les da una versatilidad enorme y les permite estar constantemente al día".

El Instituto de Automática Industrial fue creado en 1971, y desde hace seis años su labor se ha definido en una línea de cooperación con las empresas punteras en la renovación tecnológica. Según Alique, "hay que romper la barrera de incomprensión existente entre la industria y la investigación. No basta sólo con la labor que se desarrolla aquí, en el Instituto, hay que contar con una empresa que fabrique, comercialice y se ocupe del mantenimiento del producto".

"El IAI define las necesidades de investigación de acuerdo con la sociedad, y en la interacción del Instituto con la empresa se definen las características del producto". Fruto de esta interacción ha nacido el "robot manipulador" con EISA, en Aranjuez, y el "control numérico para máquinas herramientas (CNC-8000)" con Aurki, en Mondragón.

Productos competitivos

Los derechos de comercialización de este último han sido adquiridos este mes por la multinacional norteamericana General Electric. "Esto ha sido un gran éxito y nos marca el camino a seguir", dice José Antonio Cordero, vicedirector del centro. "Hemos demostrado que podemos ser competitivos si ofrecemos productos en un espectro determinado que nos facilite la entrada en el mercado internacional".

La General Electric va a abandonar el prototipo que estaba comercializando hasta ahora, sustituyéndolo por el CNC-8000. Según el acuerdo suscrito, Aurki fabricará todos los CNC-8000 que se comercialicen, y al tiempo será el distribuidor exclusivo para Europa.

La General Electric es una puerta abierta en el mercado internacional para la tecnología española y un balón de oxígeno para la moral de los investigadores de nuestro país, que a menudo se sienten marginados. El IAI sólo cuenta con 25 investigadores, de los que 15 pertenecen a plantilla y el resto trabaja temporalmente para pasar luego, si pueden, a la industria. La escasez de personal es uno de los mayores problemas en la actualización de la tecnología con patente española. "Para que se pudiera dar la misma cobertura a la industria que la investigación da, por ejemplo, en Francia", señala Cordero, "habría que multiplicar el número de investigadores actuales, no más de 10.000, por 12, y eso es, de hecho, imposible".

"Industria e investigación no sólo viven de espaldas una a otra, sino que cuando se relacionan se establece a menudo un diálogo de sordos", continúa Cordero. "Algunos de los prototipos desarrollados por el centro no se han comercializado por no contar con una empresa para ello. En esta situación lleva casi siete años la unidad de dibujo y diseño automático por ordenador, que permite realizar diseños de circuitos impresos en un tiempo récord. No hay nada semejante en el mundo, y recientemente se ha enviado una unidad a la sociedad Max Planck, felicitándonos por los óptimos resultados que han obtenido".

"Con el CNC-8000 hemos demostrado que podemos ser competitivos, pero, si la industria no hace su parte, es imposible. Es como una carrera de relevos, hay que entregarse el testigo en el punto adecuado. Este punto de encuentro tenemos que definirlo juntos, porque si no es muy difícil coordinarse. Debe redefinirse según evolucione la situación y dejar atrás la actitud de que la industria le eche la culpa a la investigación, y al, revés".

Con la situación actual es imposible penetrar realmente en el mercado internacional. Habría que crear un mercado mínimo, de base, con otros países en similares condiciones, que nos sirviera de trampolín para penetrar en el mercado de Estados Unidos, que representa el 33% del mercado mundial en electrónica.

Con esta comunidad básica se podría hacer frente a las multinacionales, y podría estar integrada por México, Argentina, Brasil y España. La mutua colaboración facilitaría la renovación constante de material con la creación de una tecnología base subvencionada por el Estado. "Hay que estar por delante de las necesidades creando tecnología avanzada, que, aunque no tenga una aplicación directa en la industria, cree los peldaños necesarios para llegar a ella".

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