El Ayuntamiento de Valencia recupera como museo la casa donde vivió José Benlliure
La antigua casa del pintor José Benlliure, en Valencia, se ha visto transformada en recinto de exposiciones y muestras culturales al recuperarla el ayuntamiento, después de su donación en 1957, para este objetivo. La presencia en la casa durante este mes de la muestra dedicada al dadaísta Marcel Duchamp ha sido ocasión para que buen número de personas se adentrara en este edificio por primera vez, aunque ya ha transcurrido un año desde que se abrió tras su restauración.
La Casa Museo Benlliure se encuentra en la ronda interior de la vieja ciudad que se corresponde con el espacio de la antigua muralla que rodeaba la Valencia histórica y frente al viejo cauce del río Turia. Hoy se sitúa en la calle de Blanquerías, aunque los ancianos de la barriada la identifican con el nombre de La Ronda. En este edificio de tres plantas, con amplio y alargado jardín interior, vivió José Benlliure con su esposa e hijos al regreso de una larga etapa de su vida en Italia."La casa se la encontró ya hecha. Él sólo se hizo el estudio, al fondo, del jardín, aprovechando elementos arquitectónicos de antiguos conventos que había recuperado por sus aficiones de anticuario". Vicente Rodríguez, conservador del edificio y restaurador de retablos góticos, está ampliamente documentado sobre la familia Benlliure. Su conocimiento procede tanto de los libros y documentos como de la propia familia.
La familia Benlliure ha marcado a toda una generación artística valenciana que produjo, sobre todo en el cambio del siglo XIX al XX, una obra artística de corte costumbrista. El personaje más destacado fue Mariano Benlliure, escultor, que dirigió la Academia Española de Roma, pero su hermano José, que frente al carácter bohemio de Mariano subrayó el talante academicista, adquirió más notoriedad en la vida social valenciana. Su hijo José Benlliure Ortiz, conocido por Peppino, también se integró en la saga familiar, aunque murió joven. Las pinturas religiosas de José Benlliure, realizadas en Roma, popularizaron su nombre en países europeos.
La restauración ha afectado a las diferentes plantas del edificio, dedicadas las dos primeras a la pinacoteca familiar y la tercera a sala de exposiciones. Falta realizar la segunda fase del proyecto para rescatar el viejo estudio, que comparte pared medianera con la antigua escuela de Bellas Artes de San Carlos y un convento de carmelitas descalzas. Miguel Ángel Catalá, director de los museos municipales, no está conforme con los criterios estéticos aplicados en la reconstrucción. "El carácter intimista y evocador se ha perdido en la planta principal", asegura, "al reunir todos los dibujos en una fría y vulgar sala, perdiendo la excelente oportunidad de reunir toda la colección pictórica municipal de finales del siglo XIX y principios del XX.
En los muros de la casa museo se contemplan desde el medio cuadro del monumental Descubrimiento de América, de José Benlliure (de la otra mitad se desconoce su paradero), a retratos por los pintores de la época. La pieza más valiosa es una pequeña escultura en barro cocido del escritor Antonio Trueba, realizada por Mariano Benlliure.
