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Manila, pacífico escenario de la mayor manifestación jamás realizada contra el régimen dictatorial de Marcos

Más de 100.000 filipinos -la mayor manifestación jamás realizada contra el régimen de Ferdinand Marcos- desfilaron ayer, desde primeras horas de la mañana, por las calles de Manila para pedir la dimisión del dictador filipino, dentro de los actos previstos a lo largo del día para celebrar el 51º aniversario del nacimiento del líder de la oposición, Benigno Ninoy Aquino, asesinado en el aeropuerto de Manila el pasado mes de agosto. Tan sólo se registró un docena de detenciones.

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Los manifestantes se concentraron a las siete de la mañana, hora local, en el parque de Luneta para rendir homenaje: póstumo a Aquino y escuchar un discurso pronunciado por la viuda del líder asesinado, Corazón Aquino.Durante esta concentración, aún más impresionante que la del pasado 21 de septiembre -al cumplirse el 11º aniversario de la declaración de la ley marcial y en la que murieron 11 personas-, se produjo el incidente más grave de la jornada, protagonizado por un hombre que intentó acercarse a la viuda de Aquino armado con un cuchillo de cocina, cuya hoja medía 22 centímetros. Según la policía se trataba, simplemente, de un desequilibrado mental. No obstante, algunos presentes explicaron que junto a ese hombre se encontraba otro armado con un revólver, que huyó al ser detenido su acompañante.

Los asistentes al acto vestían en su mayoría camisetas amarillas, el color de la oposición, y esgrimían pancartas contra Marcos, entre las que destacaban dos, situadas junto a la tribuna de oradores, en las que se leía: "Desmantelamiento del régimen Marcos-EE UU" y "Justicia para Ninoy y todas las víctimas de la represión política y del terrorismo militar".

La viuda de Aquino invitó en su discurso a seguir el lema de Aquino "Lucha por la libertad y la democracia a través de medios pacíficos", y añadió: "Marcos debería escuchar este clamor popular y dimitir". Entre los asistentes al acto figuraba Saturnina Galman, madre del joven -asesinado junto a Aquino el pasado 21 de agosto en el aeropuerto de Manila- al que el Gobierno acusa de ser el autor de la muerte del principal opositor de Marcos. Junto a ella estaba su hija y su abogado. Saturnina conversó breves momentos con la viuda de Aquino, en lo que se cree fue su primera entrevista. Al término de las intervenciones de los familiares de Aquino y de otros líderes de la oposición, como el ex presidente Diosdado Macapagal y el ex senador Lorenzo Tanada, fueron soltados centenares de globos con la imagen de Aquino.

Posteriormente, otra manifestación, integrada principalmente por miembros de los sindicatos obreros, partió de la plaza de Bonifacio, en el centro de Manila, para pedir un aumento de los sueldos. Los manifestantes, que enarbolaban banderas filipinas y otras con los colores antigubernamentales, recorrieron 10 kilómetros por las calles de Manila.

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Numerosas unidades policiales, dos carros de combate y 2.500 soldados antidisturbios que acordonaban el palacio presidencial impidieron el acceso al mismo de los manifestantes. Otros grupos organizaron una barrera ruidosa y golpearon cacerolas, verjas metálicas, farolas y señales de tráfico.

Por la tarde, numerosos coches adornados con rayas amarillas recorrieron las calles de la ciudad haciendo sonar sus bocinas, golpeando objetos metálicos y gritando lemas contra el régimen.

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