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Viólenta represion en Manila de nuevas manifestaciones contra el régimen de Marcos

Nuevos enfrentamientos entre policías y manifestantes rubricaron ayer con violencia la jornada en la capital de Filipinas, Manila que vive agitada desde hace un mes por los más graves disturbios de los últimos 11 años. Unos 2.000 estudiantes fueron dispersados ayer por la policía con gases lacrimógenos a 200 metros de la embajada norteamericana, adonde habían acudido para protestar contra el apoyo de Washington al régimen del presidente Marcos, a quien acusan de instigar el asesinato del líder de la oposición, Benigno Aquino el pasado 21 de agosto en Manila. Marcos ha insinuado que restablecerá la ley marcial si la situación actual continúa.

Los manifestantes, que protestaban también contra la presencia de bases militares norteamericanas en Filipinas, parodiaban la muerte de la libertad e intentaron quemar un retrato del embajador estadounidense, Michael Armacost, propósito que fue zanjado por la policía, que empleó contundentemente material antidisturbios. Varios estudiantes resultaron heridos y siete de ellos fueron arrestados.Igualmente la policía disparó ayer a media altura con armas de fuego contra manifestantes del sector bancario, que protagonizaban una marcha pacífica por el barrio financiero de la capital filipina, donde se registraron escenas de pánico.

Entre tanto, el dirigente opositor Salvador Laurel, jefe de la plataforma Unidad Nacional Democrática, UNIDO, aseguró que el presidente norteamericano, Ronald Reagan, debería cancelar el viaje que proyecta realizar a Filipinas el próximo mes de noviembre. Otro dirigente opositor, el senador José Diokno, dijo con ironía que si Reagan mantiene su viaje a Filipinas, "le daremos el recibimiento adecuado".

En la Casa Blanca, un funcionario aseguró que Washington baraja la posibilidad de cancelar el viaje presidencial "por razones de seguridad", pero el Departamento de Estado, insiste en que se realice, según informa Ramón Vilaró. Marcos, por su parte, ha insinuado que si Reagan suspende su visita, temerá '"represalias" contra las bases norteamericanas en Filipinas, lo cual ha sido calificado en Washington como un "suicidio político".

Según un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano, si se demuestra que la esposa del presidente filipino, está implicada en el asesinato de Aquino, ello tendría consecuencias catastróficas para las relaciones entre Washington y el régimen de Marcos".

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