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La cancelación de la visita de Menajem Beguin a EE UU, aparentemente relacionada con su salud física y política

Fuentes del Departamento de Estado manejan insistentemente la posibilidad de que, tras la cancelación del viaje del primer ministro israelí, Menájem Beguin, a Estados Unidos, inicialmente previsto para el próximo lunes, se oculte una crisis política en Israel. Tampoco se descartan razones de salud, y, en este sentido, se ha citado que en las recientes entrevistas del secretario de Estado norteamericano, George Shultz, con Beguin en Jerusalén, el primer ministro israelí apareció cansado y demostró falta de atención.

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Retirada parcial israelí

Shultz viajó recientemente a Israel, en su gira por varias capitales de Oriente Próximo destinada a forzar un compromiso con Siria para que acepte retirar sus fuerzas armadas de Líbano.El portavoz de la Casa Blanca, Larry Speakes, lamentó en la noche del martes la anulación de la visita -prevista del 26 al 29 de este mes-, pero añadió que el presidente Reagan "comprendía los motivos" después de una conversación telefónica que mantuvo con Beguin.

Ronald Reagan recibirá mañana en la Casa Blanca al presidente de Líbano, Amin Gemayel, que ayer mantuvo en Washington las primeras conversaciones oficiales para tratar de las posibilidades de un acuerdo, al que se resiste Siria, para la retirada total de las tropas extranjeras del territorio libanés.

Es la segunda vez desde diciembre de 1982 que Beguin anula una visita a Washington.

En el contexto actual de la crisis en Oriente Próximo, las especulaciones políticas sobre la salud y el poder político de Beguin abren muchos interrogantes para la política de EE UU en la zona.

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Las relaciones entre Reagan y Beguin nunca han ido excelentes, debido a la firmeza de Tel. Aviv a la hora de aplicar sus criterios sobre el conflicto árabe-israelí. La invasión de Líbano, en verano de 1982, y la matanza perpetrada en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila al culminar la evacuación de Líbano de los combatientes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) guerra -que precipitó la dimisión, entre otros altos cargos, del ministro de Defensa, Arlel Sharon- crearon un clima de tensión entre norteamericanos e israelíes.

Estados Unidos decretó un embargo para las ventas de nuevos aviones de combate F 16 a Israel, mientras Tel Aviv se opuso radicalmente al plan de paz lanzado por Reagan en septiembre de 1982, que propone la creación de una federación jordanopalestina bajo control del reino de Jordania, en los territorios de Cisjordania ocupados por Israel.

Pero el plan de paz de Reagan naufragó ante las dificultades reales para establecer la paz en Líbano. A pesar del acuerdo obtenido por el Gobierno libanés, los sirios, apoyados por la URSS, mantienen su presencia militar en Líbano.

Tras dos fracasos de Shultz para moderar la política de Damasco, Israel sólo acepta una retirada parcial de su ejército allí estacionado.

La situación se pudre en Oriente Próximo, en medio de las especulaciones de un eventual cambio de primer ministro en Israel. El portavoz' de la Casa Blanca dijo que "el presidente está estudiando" el significado real del anuncio de Israel de retirar sólo parcialmente sus tropas de Líbano.

El presidente de Líbano, Amin Gemayel, dijo ayer en Washington a este respecto que "no estoy de humor para comentar la retirada parcial de Israel, ya que debe ser una retirada total porque está en juego la supervivencia de Líbano, la democracia libanesa y la estabilidad de Occidente". En la víspera, y tras una entrevista con el rey Hussein de Jordania y Niza, Gemayel había afirmado que la retirada de las tropas extranjeras -y muy especialmente las sirias- de su territorio era el principal objetivo de su Gobierno

Gemayel, que se reunirá mañana con Reagan tras conversaciones con George Shultz y los comités de relaciones exteriores de la Cámara de Representantes y del Senado, intenta encontrar en EE UU una fórmula que facilite el retroceso de las fuerzas sirias más allá de las fronteras de Líbano. Pero la crisis política que puede abrir el estado de salud de Beguin complica, una vez más, el crucigrama de Oriente Medio.

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