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Antológica del arquitecto Adolf Loos, figura principal del movimiento moderno

La obra del austriaco Adolf Loos (1870-1933), uno de los más importantes arquitectos, junto con Wright, Perret y Behrens, de la primera generación moderna, por sus aportaciones prácticas y teóricas antes de la primera guerra mundial y su influencia posterior en la arquitectura internacional, ocupa desde ayer la sala de exposiciones del Colegio de Arquitectos de Madrid (Barquillo, 12). La muestra gráfica recoge en veinte paneles con 74 fotografías comentadas las constreucciones y proyectos de Loos, precursor del funcionalismo y racionalismo.Al cumplirse los cincuenta años de la muerte de Adolf Loos llega de Austria una exposición itinerante sobre la figura y la obra de este arquitecto. La muestra forma parte de las actividades culturales del Colegio de Arquitectos, con la colaboración de la embajada de Austria. Aunque es posible que pueda trasladarse a Barcelona, a finales de mes, el septiembre iniciará en Caracas una gira por diversos países de América Latina.

Junto con la exposición se ha publicada un catálogo, para subrayar el carácter didáctico y de divulgación. Jaime Tarruell, arquitecto, presidente de la comisión de cultura, considera que la muestra puede contrarrestar los estereotipos y la falta de investigaciones profundas sobre la compleja personalidad de Loos, reducido a la autoría de una serie de viviendas, sobre todo en el primer cuarto de siglo, y escritos teóricos, como el famoso Ornamento y crimen, escrito en 1908.

Loos es un clásico que se enfrenta tanto a los modernistas como a los clasicistas al uso, según Jaime Tarruell, para quien esta figura fundamental del movimiento moderno realizó obras de carácter clasicista, en reformas de viviendas, sobre todo), junto a realizaciones puristas y otros proyectos dispares, como el del concurso del Chicago Tribune, en 1923, que contrasta con su pensamiento racionalista. El italiano Zevi, historiador y crítico, le ha calificado como "un racionalista en una edad fantástica".

Adolf Loos realizó sus primeros estudios de formación artesanal en Reichenberg. En 1890 comienza la carrera arquitectónica en Dresde, interrumpida para viajar a Estados Unidos, donde permaneció tres años. A su regreso a Austria, trabaja en Viena en el estudio de Karl Mayreder y se relaciona con los arquitectos seguidores de Otto Wagner, la gran figura de la época, Olbrich y Hoffmann.

Las principales obras de Loos se encuentran en Viena y París, donde destacan la casa de Steiner (1910), la de Schen (1912), la de Tristan Tzara (1926) y la de Müller, en Praga (1930). La descripción arquitectónica de estas obras y sus presupuestos teóricos en el contexto histórico de la época serán comentados por Adolfo González Amezqueta, catedrático de Estética y Composición de la Escuela de Arquitectura de Madrid, en una conferencia que pronunciará el día 21 en el marco de la exposición. "Loos tuvo una postura contraria a la consideración de la arquitectura como arte y ofrecía la visión de la arquitectura como algo útil y cotidiano. Por este motivo consideraba importante la construcción de viviendas y la resolución de su problemas funcionales". En el mismo acto estaba anunciada la presencia de Fernando Chueca Goitia, catedrático de Historia de la Arquitectura, pero ha tenido que aplazar su intervención, al recuperarse de una reciente intervención quirúrgica.

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