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El desarme europeo, a debate en Ginebra

El despliegue de los euromisiles, pendiente del diálogo que hoy reanudan las dos superpotencias

Las negociaciones norteamericano-soviéticas sobre los euromisiles, interrumpidas el pasado 29 de marzo, se reanudarán hoy en las dependencias de la Embajada soviética en Ginebra. Con la solemnidad de siempre, el soviético Yuli Alexandrovich Kvitsinky y su homólogo norteamericano, Paul H. Nitze, se encontrarán a las 11 en punto. La Prensa gráfica inmortalizará el acto. Después, se cerrará a cal y canto la puerta de acceso a la Villa Rosa, presumiblemente sin ninguna declaración.

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El dilema de los arsenales de París y Londres

Las posiciones de Washington y Moscú siguen siendo, desde hace algún tiempo, las mismas: para el Kremlin es prioritario incluir en la negociación los arsenales nucleares de Francia y Gran Bretaña (más de 400 ojivas, según Andropov) y establecer un cierto equilibrio entre la URSS y la OTAN, tanto en el plano de los vectores (misiles) como de las cabezas nucleares.La Casa Blanca, por su parte, se conformaría con una solución intermedia después de haber abandonado la opción cero, que preconizaba el desmantelamiento total de los SS-20 y la renuncia simultánea a los planes de la OTAN para finales de año, que incluyen el despliegue de 572 misiles Persing 2 y de crucero en Europa occidental. La solución intermedia, propuesta por el presidente Reagan, podría articularse en torno a las 300 cabezas nucleares. Este será, pues, el punto principal en la agenda: fijar los niveles de un eventual equilibrio nuclear entre el Este y el Oeste, conservando un cierto número de misiles y facultando la instalación de otros hasta alcanzar el nuevo cupo que se establezca.

La Iglesia y el desarmeMientras tanto, los movimientos confesionales continúan haciendo campaña en favor del desarme. En Friburgo (Suiza), el obispo de Detroit, Thomas Gumbleton, coautor de la carta pastoral del episcopado norteamericano sobre las armas nucleares, ha presentado a la opinión pública europea las conclusiones de un documento que tiende a demostrar que "la paz es asunto de todos". "Los euromisiles", dijo, "son cristiana y moralmente inaceptables e injustificables. La vida, añadió el obispo Gumbleton, es asunto de todos, pero en primer lugar de los cristianos".

Por su parte, el Consejo Mundial de las Iglesias, cuya sede se encuentra en Ginebra, exhorta a los Gobiernos que participan en las negociaciones de Ginebra, Viena y Madrid a que intensifiquen sus esfuerzos para lograr "conclusiones positivas".

El documento exige medidas de desarme "controlables y verificables" y se fija un plazo máximo de cinco años para, que desaparezcan los arsenales atómicos.

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Entre tanto, se sugieren diferentes medidas intermedias: congelar la producción y el despliegue de armas nucleares, prohibir inmediata y completamente los ensayos atómicos, establecer zonas desnuclearizadas, emprender gestos unilaterales "eficaces en favor de la paz y el desarme", y compromiso de cada Gobierno de no ser el primero en recurrir a las armas nucleares.

El mensaje del Consejo Mundial de las Iglesias, después de denunciar "el terror nuclear", concluye con un llamamiento en favor de la paz y la justicia y "un respaldo sin condiciones para quienes trabajan en tal sentido, apoyando el derecho a la objeción de con ciencia y la utilización de la desobediencia civil "como medio eficaz de protesta contra las armas nucleares".

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