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La falta de quórum pone en peligro la 'cumbre' de la OUA

Después de cuatro horas de inútil espera, los cerca de sesenta embajadores extranjeros acreditados en Trípoli, que fueron los únicos que confiadamente acudieron ayer al palacio de conferencias de la capital libia para asistir a la inauguración oficial de la decimonovena cumbre de la OUA, como les había pedido el Gobierno libio, fueron invitados a regresar a sus domicilios, porque la tan esperada reunión no tuvo lugar.

El ansiado acuerdo sobre la representación de Chad, que se necesita para que se reúna el quorum necesario de 34 países -indispensable para que se abra legalmente esta cumbre-, tampoco fue alcanzado ayer, en este segundo y probablemente último intento porque la OUA no se paralice. Como ninguna información ha sido facilitada a la Prensa, no se sabe si se dan por terminados los esfuerzos por buscar un compromiso, o si éstos continuarán hoy.Treinta y un países como máximo están, al parecer, dispuestos a participar en esta cumbre a pesar de las restricciones impuestas a la presencia del presidente del Gobierno de Yamena, Hissén Habré. Existen dudas sobre si algunos de estos 31 países pudiéra sumarse a los del bloqueo, pero tampoco se tiene la certeza de que los países refractarios a aceptar a Gukuni Uedei no haya alguno que a última hora cambie de postura.

En cualquier caso, unas y otras deserciones se compensarían, y a fin de cuentas el presidente de la Yamahiria libia, coronel Muamar el Gadafi, se encontraría de nuevo como en julio pasado, sin posibilidades legales de asumir la presidencia de la OUA por lo que queda de ejercicio, hasta pasar la antorcha al veterano Sekú Turé.

La llegada de Gukuni Uedei a Trípoli, saludado por la televisión y la Prensa locales como el presidente del Gobierno de Unión Nacional de Chad, volvió a añadir ayer mayor confusión a la esperada decimonovena cumbre que el presidente de la República Popular de Libia no acaba de poder inaugurar legalmente.

Nigeria propone que el sitio que debe ocupar Chad quede vacante en esta cumbre, pero que de ella salga una declaración en la que se reconozca al actual Gobierno de Hissene Habré como legítimo representante de Chad. Los países moderados, que en julio pasado abandonaron Trípoli, impidiendo que aquel primer intento de reunión tuviera lugar, no parecen contentarse con esta solución.

Para confundir aún más las cosas en Trípoli, el coronel Abdel Kader Kamugue, vicepresidente del Gobierno de Unión Nacional del Chad (GUNC), dijo poco antes de la hora prevista para la inauguración teórica de la cumbre que el Gobierno de Hissén Habré "es un agente del imperialismo" y que el sitio de Chad en esta cumbre le corresponde ocuparlo a Gukuni Uedei en nombre del GUNC. Kamugue añadió que Hissene Habré no controla ningún territorio en Chad y que ni siquiera dispone del control total de la capital.

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De nuevo pueden llegar a diecinueve los países que se nieguen a aceptar la fórmula, que tiene como objetivo no contrariar al coronel Muamar Gadafi, decididamente opuesto a recibir en Trípoli a Hissén Habré.

Los presidentes de la mayoría de los países radicales de Africa, que son los que han llegado a la capital libia, parecen inclinarse una vez más por "una OUA de los progresistas", con lo cual la organización panafricana, que el próximo año cumpliría su vigésimo aniversario, quedaría escindida en dos.

Solución nigeriana

Los grandes países africanos, entre los cuales Nigeria emerge como una especie de cabeza de fila, se oponen a esa ruptura e intentan salvar a una organización que, según ellos, sólo es eficaz unida.En cualquier caso, la solución propuesta por Nigeria de dejar vacante el sitio de Chad en esta cumbre, para soslayar el problema planteado por quienes quieren ver en él ya sea a Gukuni Uedei o a Hissene Habré, puede, a la larga, no contentar a nadie. En círculos próximos a la conferencia se piensa que, al fin y al cabo, una organización como la OUA no puede pretender permanentemente solucionar sus problemas simplemente dejándolos de lado.

Este es el caso de la participación de la República Arabe Saharaui Democrática (RASD), admitida en la conferencia de ministros de febrero de 1981 como 51º Estado miembro y que no participa en esta cumbre debido a la tenaz oposición de Marruecos, que consideró ilegal esa admisión, y a los diecinueve países que le apoyaron.

Los problemas de Africa son tan numerosos, y las opiniones de los miembros de la OUA, tan divergentes en muchos casos, que ahora se cree inadmisible poder seguir adelante sin llegar a ninguna solución concreta.

Sólo de Namibia parecen poder hablar sin grandes divergencias entre sí los africanos, y aun así, este problema se trata, incluso en estos momentos, mucho más activamente fuera de la OUA, en la gira del vicepresidente norteamericano, Georges Bush, por Africa, que en una cumbre que, de todas maneras, todavía no se ha reunido legalmente este año.

Lo que parece cierto es que, si el intento de reunir la decimonovena cumbre fracasa esta vez, ésa será, probablemente, la última, y difícilmente se encontrarán suficientes países africanos para repetir un tercer intento unitario.

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