Escepticismo danés ante la nueva coalición conservadora
La incertidumbre y el escepticismo, que se han convertido en notas dominantes del panorama político y económico de Dinamarca en los últimos años, no desaparecieron con el anuncio de que el convervador Poul Schluster había logrado formar un coalición derechista en minoría. Además del Partido Conservador, que cuenta con veintiséis escaños en el Parlamento, integrarán el nuevo Gobierno el Partido de Izquierda Liberal, con veintiún mandatos; el de Centro Democrático, con quince, y el Partido Popular Cristiano, con cuatro. En total, 66 escaños en un Parlamento de 179.El nuevo Gobierno nace bajo el signo de la inestabilidad. No sólo por su condición de minoría, sino por la falta de coherencia y de programa entre sus componentes.
El programa gubernamental estará centrado en las medidas económicas. Según lo anunciado ya por Schluster, la receta será todavía mucho más amarga que la presentada por Anker Jorgensen la semana pasada, y que determinó su dimisión. Schluster se propone ahorrar el doble de lo previsto por aquél, y ese ahorro piensa hacerlo recortando los gastos públicos e interviniendo en el próximo convenio de salarios.
