Informe en EE UU para derrocar la dictadura haitiana
Un documento publicado en diciembre último por el Consejo Interamericano de Seguridad preconiza el derrocamiento del régimen corrupto, brutal y económicamente ineficaz del presidente Jean-Claude Duvalier, que convierte a la isla en una presa fácil para el expansionismo cubano, según informa el diario francés Le Monde.El informe, titulado Haití, listo para la revolución, ha sido redactado por Phillip Abbott Luce, especialista en temas latinoamericanos, que goza de la confianza del nuevo secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig.
Según el documento, la mejor manera de evitar una expansión del castrismo en la zona caribeña, de gran importancia estratégica, consistiría en facilitar el derrocamiento del régimen de Duvalier para instalar en Puerto Príncipe un Gobierno prooccidental.
Phillip Abbott Luce no preconiza en ningún caso una intervención norteamericana directa en la isla, pero sí sugiere que hay actualmente en Estados Unidos un número suficiente de «refugiados dedicados al capitalismo capaces de unir a la población contra el Gobierno de Duvalier».
«Un golpe de Estado indígena», añade el documento, «permitiría a Haití entrar en el siglo XX y demostraría además al resto de los países de América Latina que el porvenir no pertenece a los comunistas cubanos».
Esta revolución modernista sería también ventajosa para los intereses norteamericanos, ya que la isla de la Tortuga, que pertenece a Haití, constituiría una excelente alternativa a la actual base naval norteamericana de Guantánamo, instalada en territorio cubano.
Para proteger eficazmente a la isla de las ambiciones de La Habana, el autor del informe recomienda que Washington concluya rápidamente con el nuevo Gobierno de Haití un tratado de asistencia. El informe concluye con el relato de los encuentros mantenidos por el autor, Phillip Abbott Luce, con los exiliados haitianos residentes en Estados Unidos: «Están dispuestos a derrocar a Jean-Claude Duvalier, creen en la libertad, la igualdad, la fraternidad. Creen también en Milton Friedman».
