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La guerra entre Irán e Irak

Misiles iraquíes de fabricación soviética causan numerosas víctimas en Dezful

Al menos sesenta personas murieron y trescientas más sufrieron heridas durante el ataque de la aviación y la artillería iraquíes sobre el importante nudo estratégico de Dezful en la noche del miércoles, según indicaron ayer en Teherán los primeros balances oficiales sobre este bombardeo.

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De acuerdo con estas informaciones, Dezful fue atacada con fuego de morteros y cohetes de dos toneladas de peso, cuyos impactos se produjeron sobre zonas residenciales de esta ciudad, situada a unos 150 kilómetros de Ahwaz, capital de la provincia iraní de Juzestán.El estado mayor iraní describió ayer los misiles como «de nueve metros de largo, 55 centímetros de diámetro y un alcance de sesenta kilómetros». Según el anuario militar Janes, estas características corresponden al misil tierra-tierra, de fabricación soviética, Frog-7, que tienen, además del Ejército iraquí, algunos países del Pacto de Varsovia, Egipto, Libia, Corea del Norte y Siria.

Por otra parte, las mismas fuentes destacaron que durante los últimos días 150 soldados iraquíes había muerto en la castigada ciudad de Jorramshar, en Chat el Arab, y que las tropas enemigas que asedian la ciudad habían sido expulsadas hasta unos diez kilómetros de distancia del centro de la población fronteriza.

El fuego causado por una incursión de la fuerza aérea íraquí sobre la ciudad de Tabriz fue extinguido en la jornada de ayer, y los ataques contra Teherán son casi diarios y se centran en áreas del norte y del oeste de la capital, en la periferia. Noticias no confirmadas aseguraban ayer que la ciudad de Qom ha sido nuevamente bombardeada.

El imán Jomeini ha enviado un mensaje de felicitación y agradecimiento a la fuerza aérea iraní, que lleva una parte considerable del peso de esta guerra. Fuentes iraníes aseguraron ayer haber detectado brotes de insubordinación e indisciplina entre las tropas iraquíeis, y desde Teherán se insiste en que Irak atraviesa una situación de oposición interna a esta guerra entre sectores castrenses y de la población civil.

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Ayer, 3.000 hombres procedentes de la provincia iraní de Lorestan se incorporaron al frente y según los despachos oficiales, la presencia de clérigos islámicos y de estudiantes de disciplinas coránicas es creciente en las líneas de combate.

Iniciativa del clero

En el frente, que abarca una extensión- ligeramente inferior a los cuatrocientos kilómetros, parte de la iniciativa la llevan los guardias islámicos y el clero, cuyos esquemas de organización difieren de la estructura clásica de un ejército. reguiar. Estas distinciones contribuyen a diversificar los modos de actuación bélica entre la táctica militar tradicional y la guerrilla.

Desde el plano interior, la guerra está provocado la aparición de criterios políticos distintos en cuanto a las alianzas a adoptar por Irán en el caso de que se amplíe o se internacionalice. Los sectores político-religiosos mayoritarios se inclinan por un enfrentamiento «autárquico» de la guerra, sin acudir a ningún tipo de alianza. Por el contrario, entre los sectores políticos civiles existe una disputa sorda entre los que se muestran partidarios de un viraje político de Irán hacia una de las dos superpotencias, para conseguir la cobertura de alguna de éstas en el caso de que la guerra se amplíe.

Saliendo al paso de algunas de estas diferencias, el ayatollah Bejesti, máxima autoridad de la justicia iraní, reafirmó el miércoles en Teherán el deseo de los dirigentes iraelíes de esquivar el recurso a una u otra superpotencia, si bien no existe una definición precisa sobre este aspecto por parte de la máxima autoridad del país.

Por último, en Teherán se aprecian algunas pequeñas modificaciones, en los criterios relativos a la duración de la guerra. En su conferencia de Prensa semanal, el ayatolah Bejesti omitió el lema «Hasta la victoria final», empleado hasta ahora por la jerarquía islámica, para insistir en que la guerra terminará cuando el último soldado iraquí abandone el territorio de Irán.

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