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El sector "duro" del régimen israelí propone nuevas inciativas

Los sectores más duros del régimen israelí están dispuestos a lanzar nuevas iniciativas después de que, el pasado miércoles, la Kneset (Parlamento) aprobara una ley constitucional, que declara a Jerusalén capital del Estado israelí. Ahora, el general Ariel Sharon, ministro de Agricultura, pidió ayer la anexión de hecho de los llanos del Golán (territorio sirio ocupado desde 1967).

Estas declaraciones de Sharon fueron hechas durante la inauguración de la nueva colonia, Moshav Yonathan, al sur del Golán. Durante su intervención, el general Sharon defendió también el rápido establecimiento de implantaciones en Cisjordania, «con el fin de crear una situación irreversible». El ministro de la Vivienda, David Levy, apoyó a su colega de Agricultura con un discurso semejante que pronunció en el mismo acto.Por su parte, la diputada del Partido de extrema derecha Hatehia (Renovación) Geula Cohen indicó que presentaría a la Kneset un proyecto de ley que logre la anexión del Golán. La señora Cohen fue la autora de la iniciativa de la ley constitucional que proclama a Jerusalén como capital del Estado de Israel.

Por otro lado, con la dimisión, el jueves, del ministro israelí de Justicia, Samuel Tamir, la frágil coalición que gobierna Israel se encuentra nuevamente en dificultades. Este es el tercer ministro que en diez meses se retira del Gobierno Beguin.

La prensa israelí no ha dado gran importancia en sus espacios editoriales a la nueva capitalidad de Jerusalén. En cambio, las embajadas extranjeras en Israel sí que parecen haberse sentido afectadas por la noticia.

La cancillería israelí teme el traslado masivo de embajadas desde Jerusalén a Tel Aviv, como protesta a la nueva ley constitucional. Antes de que en 1967 Israel conquistara la parte oriental de Jerusalén, buena parte de las embajadas extranjeras se encontraban en el lado occidental de la ciudad.

Por su parte, el primer ministro israelí, Menájem Beguin, ha criticado severamente, ante una misión de la Comunidad Económica Europea (CEE); la abstención de sus Gobiernos en la votación de la asamblea extraordinaria de la ONU, que el martes pasado pidió a Israel la retirada total de los territorios árabes ocupados.

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Beguin dijo al jefe de la misión -el canciller luxemburgués, Gaston Thorn- que la resolución aprobada por la ONU «es un ultimátum» y que «Israel no se retirará de esas tierras».

La delegación de la CEE ha sido enviada a visitar ocho países de Oriente Próximo, según resolución de los jefes de Estado de la CEE, quienes el pasado mes de junio, en Venecia, se pronunciaron a favor de la inclusión de la OLP en las negociaciones de paz y por la autodeterminación de los palestinos.

Entre tanto, en Viena se ha desarrollado durante los dos últimos días una pequeña cumbre sobre este mismo problema, aprovechando la visita privada a Austria del rey Hussein de Jordania.

En la tarde del jueves, el jefe del Gobierno austríaco, Bruno Kreisky, mantuvo una larga entrevista con el monarca jordano sobre el problema palestino y la crisis de Oriente Próximo.

Altos dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) solicitaron también audiencia al rey Hussein y mantuvieron contactos con el jefe del Gobierno austriaco.

Al parecer, también se encuentra en Viena un emisario de la Administración norteamericana, que se ha entrevistado con el jefe del Gobierno austriaco y el rey de Jordania, según han afirmado fuentes no oficiales. Se especula con la posibilidad de que este emisario sea el propio Zbigniev Brzezynski, consejero de Seguridad del presidente de Estados Unidos.

Bruno Kreisky volvió ayer tarde a Mallorca, en donde se encontraba de vacaciones, hasta que tuvo que interrumpirlas para recibir en la capital austriaca al rey Hussein.

Por su parte, el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Butros Ghali, hizo ayer, en París, unas declaraciones que pueden ser calificadas como «contemporizadoras». Según Ghali, hay que seguir «manteniendo el diálogo» con Israel, a pesar de la reciente decisión de la Kneset de proclamar a Jerusalén como capital.

Después de entrevistarse con su colega francés, Jean François Poncet, el ministro de Exteriores egipcio afirmó que «en los acuerdos de Camp David hay que distinguir entre los principios de base y las instituciones creadas por dichos acuerdos». «Lo importante son los acuerdos», agregó. «Los marcos de trabajo pueden variar», dijo también, «pero lo importante es mantener el diálogo».

Críticas soviéticas y norteamericanas

Mientras prosiguen las críticas de los órganos de Prensa soviéticos sobre el problema de la capitalidad de Jerusalén, el Departamento de Estado norteamericano, por su parte, indicó el jueves, por la noche, que esta ley constitucional no tiene sentido, ya que la situación definitiva de la ciudad deberá ser establecida a través de negociaciones.

Por último, ayer, la policía israelí disolvió a 6.000 manifestantes árabes que protestaban contra la nueva ley constitucional.

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