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La misión mediadora socialista, de la que forma parte Felipe González, llega hoy a la capital iraní

ENVIADO ESPECIAL, Se espera hoy la llegada a Teherán de una misión de la Internacional Socialista -integrada por Felipe González, Bruno Kreisky, canciller austríaco, y Olof Palme, ex premier sueco- para mediar en la crisis de los rehenes. La embajada socialista, incierta y sometida a todo tipo de informaciones contradictorias hasta el último momento, coincide con la condena del régimen iraní por el Tribunal de La Haya. Un portavoz del Ministerio iraní de Exteriores negó anoche competencia al Tribunal Internacional para enjuiciar el tema. La intransigencia de Teherán se explica mejor en el contexto de un fortalecimiento del ala dura de la revolución, del que forma parte la designación del nuevo jefe de los Guardias Revolucionarios.

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Un pequeño grupo de periodistas extranjeros esperaba ayer el avión de Iberia en el que se pensaba podía llegar Felipe González. Todos los observadores extranjeros tienden a calificar de «misteriosa» esta supuesta mediación de la Internacional Socialista en la crisis de los rehenes.La prensa iraní no ha hecho ninguna referencia al tema. Los medios gubernamentales, tampoco. La reciente llegada de Hilarión Capucci y del enviado de la ONU, Abdi Daudi, podía ser interpretada como una aceleración de las negociaciones para poner en libertad a los rehenes. Pero Daudi dejó ayer bien claro cuál era el motivo de su viaje: acabar con algunos asuntos que dejó pendientes la comisión de la ONU que visitó Irán durante el pasado mes de febrero.

Según se cree, Daudi viene a llevarse los documentos que no fueron entregados en su momento a la comisión, que permaneció en Teherán durante dieciocho días sin que su visita sirviera para nada.

No parece probable que las posibles intervenciones de Capucci, Daudi o la Internacional Socialista tengan resultados inmediatos. El ala dura de la revolución iraní se encuentra más fuerte que nunca y el ayatollah Bejeshti (líder del partido de la República Islámica, con mayoría en el Parlamento) hace días que afirmó que el Majlis (Parlamento) tiene tareas más urgentes que la cuestión de los rehenes.

El viernes por la noche, el presidente Banisadr nombró a Abbas Agha Zamani «Abbu Charif» nuevo jefe de los Guardianes de la Revolución. La designación supone un claro endurecimiento de la política del jefe del Estado a propósito de la cuestión kurda. Abbas Zamani, de 41 años, ha instalado su cuartel general en Sanandadj, desde donde dirige las operaciones de control en toda la provincia. Banisadr dijo el viernes claramente que no permitiría que «la parte más pequeña del territorio iraní escape al control del Estado».

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Constitución del Parlamento de la República Islámica

A la espera de que el próximo miércoles el Majlis se reúna para inaugurar la primera legislatura de la República Islámica, el Consejo de la Revolución parece haberse puesto ya de acuerdo en quién será el futuro primer ministro. Los rumores apuntan a Hassan Habibi, actual portavoz del Consejo de la Revolución. Habibi sucedería a su amigo Mehdi Bazargan, quien dimitió el 6 de noviembre, como protesta contra el asalto de la embajada norteamericana en Teherán. Habibi y Bazargan (junto con el fallecido ayatollah Talegani) dirigieron el Movimiento para la Liberación de Irán, principal organización islámica de oposición al sha. Después de la caída del Gobierno de Bazargan, Habibi fue el único hombre del equipo que siguió perteneciendo al Consejo de la Revolución. Su carácter conciliador hace creer que su nombramiento no cambiaría gran cosa la actual relación de fuerzas en los órganos de poder iraníes.

Prosiguen, mientras tanto, las ejecuciones y las operaciones antidroga. El viernes fueron ejecutadas cinco personas en Abadán, seiscientos kilómetros al suroeste de Teherán, por haber «participado en operaciones de sabotaje».

Otras tres personas han sido pasadas por las armas en Tabriz, acusadas de tráfico de drogas. El propio ayatollah Jaljali, con uniforme militar y al frente de 150 agentes de su oficina de lucha contra los estupefacientes, acaba de dirigir personalmente una vasta operación en la que han sido arrestados 32 traficantes.

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