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El premio de piano del concurso Reina Sofía fue para el griego Vakarelis

El pianista griego Janis Vakarelis, de 29 años, nacido en Tesalónica, ha sido el ganador del primer premio de interpretación de piano en el II Concurso Internacional Reina Sofía, organizado por Radio Nacional de España y dotado con 800.000 pesetas.

El segundo premio, dotado con 500.000 pesetas, se concedió al brasileño Jose Feghali, de 18 años, en la misma prueba final, desarrollada en el Teatro Real de Madrid con la colaboración de la Orquesta Sinfónica de RTVE, dirigida por Enrique García Asensio.Asimismo fueron concedidas menciones honoríficas al ruso Yuri Rozum y al alemán Michael Korstick.

Ateniéndonos al desarrollo del, en líneas generales, extraordinario concierto final, la decisión del jurado puede considerarse justa. Vakarelis ejerció con gran domino su papel solístico en el Concierto nº 3 (1917-21), de Sergio Prokofiev. Su intervención resultó impecable por técnica y concepto, evidenciando un profundo conocimiento de la obra, equilibrio sonoro, formación sólida, buen gusto. La musicalidad del pianista griego, en una pieza tan llena de escollos, cautivó al auditorio que llenaba la sala del Teatro Real.

Momentos antes, Feghali había dado una versión fluida del Concierto nº 2 en sol menor (1868), de Camille Saint-Saëns. No hizo bien el joven brasileño al elegir el brillante, pero superficial, concierto del maestro francés, porque no le permitía exponer a pleno rendimiento sus dotes fuera de lo común. Y es una lástima porque al oírle percibimos inmediatamente la personalidad fuertemente expresiva: y original de un auténtico talento. Feghali, tal vez un poco corto de sonido, es un músico nato. La soltura y facilidad casi lúdica de su Saint-Saëns Regó como un torrente al público.

Quisiéramos, por su categoría, referimos a las actuaciones de los otros dos pianistas que llegaron a la final. El soviético Yuri Rozum dejó constancia de su poderío técnico en el Concierto n.º1 en si bemol mayor (1874-75), de Tchaikoswski. También él resultó perjudicado por la elección de un concierto tan célebre al que no aportó nada nuevo, si por ello no entendemos un infrecuente dominio de los numerosos recursos pianísticos encerrados en la obra.

En cuanto al joven alemán Michael Korstick, se equivocó igualmente al escoger un concierto, el n.º 2 en si bemol mayor, Op. 83 (1978-81), de Johannes Brahms, de enorme dificultad, y tal vez superior a sus posibilidades, que son muchas. Emborronó algunos pasajes (tal vez el piano no estaba ya en óptimas condiciones debido al ambiente caluroso de la sala) y cometió pequeños errores que le privaron de un premio más sustancioso.

Enrique García Asensio llevó a cabo una gran labor al frente de la Orquesta Sinfónica de RTVE, que se entregó totalmente a la intensidad emocional de la velada, sonando muy bien y proporcionando una gran sensación de seguridad. Hay que destacar el bello sonido del violoncellista Enrique Correa en el Concierto de Brahms.

Esta noche tendrá lugar en el Teatro Real, con la Orquesta de RTVE dirigida por Odón Alonso, la prueba final para la modalidad de guitarra, y el sábado, la correspondiente a interpretación de flauta.

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