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El encierro de los pablorromeros transcurrió sin percances

Por fin llegaron los encierros. A las ocho de la mañana de ayer, con la Estafeta inundada de gente, los pablorromeros salieron de los corrales del Gas para ir hasta la plaza de toros. Fue un encierro rápido, emocionante y sin percances. Se nota que este año también funciona el capote de San Fermín, tan necesario en algunas ocasiones en el peligroso encierro. Hoy, domingo, Pamplona estará hasta la bandera de gente, como suele ocurrir el primer fin de semana sanferminero. Y hoy, también, las peñas de mozos recordarán a Germán Rodríguez, que murió hace un año en Pamplona como consecuencia de un disparo en la cabeza.El encierro de ayer pudo ser peligroso. Todo el recorrido, media hora antes de las ocho de la mañana, ya estaba abarrotado de gente que tenía la intención de correr delante de los pablorromeros. Por primera vez en muchos años, la Policía Nacional no estuvo presente en el encierro y del servicio de orden se encargaron, conjuntamente, los policías municipales de Pamplona y los refuerzos contratados por el Ayuntamiento. Como se preveía, no hubo ningún problema y todo transcurrió por los cauces normales.

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"¡San fermín!", es el grito!

La manada de astados se dividió en dos grupos, desde la salida de los corrales. En cabeza, los seis toros agrupadós por algunos cabestros y, detrás, a unos cincuenta metros, otros cuatro mansos, que durante el encierro son casi tan peligrosos corno los propios toros, hicieron el recorrido a su aire. El encierro fue limpio, a pesar de la cantidad de personas que corrieron en todos los tramos.

Sobre las diez de la mañana, Pamplona vivió ayer una de las jornadas más emotivas e íntimas de sus fiestas. Desde la iglesia de San Lorenzo, la imagen de San Fermín fue sacada a hombros para recorrer varias calles del casco viejo, acompañada por los dantzaris, txistularis y gaiteros del Ayuntamiento, los gigantes y cabezudos, el cabildo catedralicio y la corporación municipal en pleno. Para los que el día seis no pudieron estar en el riau-riau, ayer tuvieron la oportunidad, rara oportunidad, de ver a ocho concejales de Herri Batasuna vestidos con su frac y su chistera como el resto de la corporación. Y a seis concejalas estrenando un nuevo vestido, diseñado ex profeso para este tipo de acto. Durante los sanfermines de este año, al menos aparentemente, el Ayuntamiento de Pamplona no está compuesto por representantes de partidos políticos sino por pamploneses unidos por un denominador común: la fiesta de San Fermín. Para hoy, a las once de la mañana, está previsto el funeral en memoria de Germán Rodríguez, que se celebrará en la iglesia de San Lorenzo. Al finalizar el acto habrá una marcha silenciosa hasta el lugar en el que cayó muerto por un disparo de la Policía Armada, en donde las peñas darán lectura a un comunicado y se interpretará el himno de las Cortes de Navarra. La marcha silenciosa y el minuto de silencio que hoy se guardará antes y después de la corrida, serán los únicos actos que recordarán los trágicos acontecimientos que Pamplona vivió hace un año.

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