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Cincuentenario de la Casa de Velázquez de Madrid

La Casa de Velázquez en Madrid es uno de los centros culturales más estimados por hispanistas y estudiantes de Bellas Artes de todo el mundo. A pesar de su reducida capacidad, poco más de treinta plazas, los pensionados en esta fundación cultura francesa durante el último medio siglo han donstituido un importante núcleo de intercambio artístico y cultural entre todos los pueblos. El organismo que encauza esta relación internacional es la Asociación Casa Velázquez, con sede en París, que mantiene contacto permanente con los antiguos pensionados a través de la publicación de un boletín.Ayer, día 22, se cumplieron cincuenta años de la inauguración de la Casa de Velázquez, presidida por el rey Alfonso XIII los días 20, 21 y 22 de noviembre de 1928. El centro fue una iniciativa del Rey de España. El Instituto de Francia, en 1916, había enviado a Madrid una misión, compuesta por Bergson, Lamy, Perrier, Widor e Imbert de la Tour, para que se relacionase con el mundo artístico, cultural y científico español. Alfonso XIII les sugirió la idea de crear una escuela donde los jóvenes artistas e investigadores franceses pudieran conocer directamente la cultura española. El proyecto fue aceptado por la misión francesa.

El 17 de abril de 1920 el Gobierno español, presidido por Eduardo Dato, hizo votar por las Cortes una ley que concedía a la Academia Francesa de Bellas Artes dos hectáreas, 47 áreas y 45 centiáreas de la finca La Moncloa, en la Ciudad Universitaria de Madrid. Ese mismo año, el rey colocaba la primera piedra del edificio proyectado por el arquitecto Chifflot.

Las obras se paralizaron por dificultades económicas, pero la Cámara francesa, en diciembre de 1923, votó un proyecto de ley relativo a la construcción de la Casa de Francia en Madrid, por el que se otorgó un crédito que dio nuevo impulso a las obras de La Moncloa. El Estado español donó la portada del palacio de Oñate, de Madrid; que completó el proyecto de Chifflot. Al morir éste, se encargó de la obra Camilo Lefévre, célebre arquitecto que ganaría más tarde el concurso para la construcción del Palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra. Lefévre, con la colaboración del español Zavala, concluyó las obras de la Casa de Francia en Madrid, conocida como la Casa de Velázquez por el espíritu de la nueva fundación, resumido en el frontis de su biblioteca: «Artibus et litteris sacrum sub presidio pictorum principis Didaci Velazquez. MCMXXVIII.» («Lugar consagrado a las artes y a las letras bajo la protección del príncipe de los pintores Diego Velázquez. 1928.»)

Los pensionados españoles

La residencia no es sólo para pensionados franceses, aunque éstos sean siempre mayoría. Hay habitualmente dieciocho investigadores y quince artistas, dos de los cuales han sido casi siempre españoles.El primer director del centro fue Pierre París, que estaba al frente del Instituto Francés de Madrid. Los pensionados del Instituto pasaron a la Casa de Velázquez. Fueron sus primeros ocupantes junto con otros tres compatriotas (Pechin, Sauboa y Harburguer) y tres españoles: el arquitecto zaragozano García Mercadal, el pintor sevillano Fernández del Cid y el pintor valenciano Igual Ruiz. Por el gran contingente y calidad de los artistas valencianos en aquella época, la Casa de Velázquez ha mantenido hasta hoy la tradición de ofrecer una de sus plazas a un pintor o escultor de Valencia.

Durante la guerra, la Casa de Velázquez se trasladó a Argel. Por entonces ya era directos el gran hispanista Maurice Legendre, personaje clave de la escuela en sus primeros lustros. Terminada la guerra, la Casa se establece en un hotelito de la calle de Serrano, frente a los jesuitas, en espera de la reconstrucción de la sede primitiva. Durante los años de la guerra no hubo pensionados españoles. Y es precisamente uno de los ex residentes, Amadeo Roca, el que vuelve a tomar contacto en la Casa de Velázquez para intentar recuperar la tradición de los pensionados españoles. El primero de la posguerra fue el escultor Martínez Penella. Las gestiones de Amadeo Roca consiguen del Ayuntamiento de Valencia la financiación de una beca para la Casa de Velázquez en favor de un artista valenciano y la elaboración de unos estatutos que regulan la concesión.

Entre otros artistas españoles, han sido pensionados Martorell, Sebastiá, Josefina Miralles, Luis Arcas, Antonia Mir, Berenguer, Margarita Sans Jordi, Pedro Cámara, Josefína Inglés, Catalán, Guerrero, Delgado y Alfonso Pérez Plaza. En el campo de la investigación cabe destacar a Julio Caro Baroja y el compositor Antonio Iglesias, crítico musical de Informaciones.

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