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Los socialistas italianos se oponen a la selección de un presidente confesional

Juan Arias

El Partido Socialista italiano (PSI) introdujo ayer el primer elemento de discordia en el proceso de selección del nuevo presidente de la República, al anunciar que sólo aceptarán candidaturas de nombres «laicos», mientras que rechazan las del demócrata-cristiano Zaccagnini y el republicano La Malfa. Simultáneamente, la prensa comunista italiana capitalizó ayer, para el PCI, la responsabilidad de la dimisión de Leone.El PSI no quiere a Zaccagnini porque cree que se trata del candidato número uno del PCI y porque piensa que no es justo que se quede en manos de los democristianos la jefatura del Estado y la presidencia del Gobierno. Y a La Malfa le ponen el veto porque fue él, según los socialistas, quien defendió con mayor fuerza, en 1971, la elección de Leone, con el apoyo del Movimiento Social Italiano (MSI). El PSI pide que la elección deberá tener la conveniencia de la más «amplia» mayoría política. que es como decir que no aceptará un acuerdo entre DC y PCI.

La Democracia Cristiana ya ha respondido que no tiene prejuicios hacia una candidatura laica, pero que no acepta vetos a un candidato democristiano. Y los comunistas, muy polémicos con los socialistas. hicieron saber ayer tarde que no se opondrán a un candidato «católico» y añadieron que si Craxi quiere un candidato «laico» deben recordar que también los comunistas «son laicos». Es la amenaza de proponer un candidato comunista si los socialistas no aceptaran a Zaccagnini. Y ya han lanzado los primeros nombres: Ingrao, Amendola y Lama.

Berlinguer afirmó que el nuevo presidente de la República deberá ser una persona de «segura fe democrática, escogido sin discriminaciones para que pueda poseer, bajo todos los puntos de vista, la estima y la autoridad necesarias para desempeñar este importante cargo».

La prensa subraya que Berlinguer hizo la radiografía de Zaccagnini. Todos los comentaristas están de acuerdo que si se llegara a un acuerdo sobre Zaccagnini, el 29 Italia tendrá un nuevo presidente, de lo contrario, la batalla será larga y dura, y todas las sorpresas son posibles.

Por su parte, los comunistas están declarando al país a grandes voces que fueron ellos quienes obligaron a Leone a dimitir. L'Unita, órgano oficial del PCI, hablaba ayer con un título a toda página, de esta «iniciativa comunista».

La DC dice que esto es verdad, pero que Berlínguer se portó correctamente, porque antes de hacer pública la petición de la dimisión advirtió a Zaccagnini, el cual se prescritó inmediatamente a Leone con Andreotti, para anunciarle que el PCI había decidido su «crucifixión».

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