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El Instituto de Radiodifusión y Televisión intenta cambiar la imagen de RTVE

El Instituto Oficial de Radiodifusión y Televisión va a distribuir entre los profesionales de Televisión un informe destinado a obtener «por vía de encuesta y debate público la panorámica de RTVE, con una nítida exposición de sus fallos y defectos, sin eludir ninguno, ya sean estructurales o de planificación y organización de programas o de forma y contenido de los mismos, todo ello considerado de modo singularísimo desde la observación crítica de cuanto aparece en la pantalla», según un escrito que acompañará a la encuesta.El escrito dice también que «el Instituto desea que muestras representativas de la propia sociedad, altamente especializadas desde el punto de vista profesional, procedan libremente a hacer lo que en términos del medio llamaríamos un barrido electrónico a través de esa pantalla tan brillantemente iluminada», y añade que la pesquisa que plantea quiere llevarla a cabo «sin dirigismos ni conductismos» por su parte.

La primera de las consultas se dirigirá a los profesionales de RTVE de programación, realización, producción y técnica, y otras posteriores irán a los incluidos en otras áreas.

En el cuestionario se pide la inclusión de nombres de las personas que serían más idóneas para intervenir en debates posteriores y se les pide opinión sobre los porcentajes que se asignarían a los distintos géneros del total de la programación, si creen que deberían existir emisoras privadas de TV en España, el sistema de ingreso en los puestos profesionales, criterios para designar directivos y mandos intermedios, qué hacer con la publicidad y qué otras fuentes de financiación podrían existir. En cuanto a los programas informativos, se pide opinión sobre los horarios y tipos de telediarios, cómo hacer el control de la objetividad informativa, cuál, debería ser el grado de autonomía de los directores de los telediarios y si éstos deberían presentarlos periodistas o locutores, cuál debe ser el criterio de selección de noticias y si debería existir la cláusula de conciencia para quienes trabajan en los servicios informativos.

Tras tabular las respuestas de los cuestionarios, se formarán grupos de trabajo sobre las distintas áreas de la programación. Cada grupo estará constituido por quince miembros elegido entre las personas que hayan tenido mayor número de menciones en las encuestas, quienes debatirán las respuestas y las darán forma de conclusiones. En una asamblea general, el 8 de junio, se elevarán las conclusiones a definitivas, para trasladarlas a la Dirección General de Radiodifusión y Televisión y a los medios informativos.

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