_
_
_
_
Reportaje:

Un valle del Tajo, reducto de especies animales en vías de extinción

Las sierras que bordean el río Tajo a su paso por Cáceres constituyen una de las zonas más inalteradas del área mediterránea. En concreto, un valle de unas 20.000 hectáreas, cercano a Plasencia, constituye una reserva biológica de excepcionales características al albergar en sus diferentes estratos más de doscientas especies de vertebrados. Este reportaje está basado en un informe del naturalista Jesús Garzón, quien desde hace varios años estudia esta zona dentro del proyecto internacional número 987 del WWF (Fondo Mundial de la Vida Salvaje), con el objetivo de salvaguardar la fauna y flora del suroeste español.

Dos cadenas montañosas paralelas han delimitado en la Ranura extremeña un angosto valle por donde discurre encajonadamente el río Tajo, al que se une por la derecha su afluente, el Tiétar. Las laderas están cubiertas, en su mayor parte, por una espesura impenetrable de madroñeras, jaras, brezos y otros arbustos característicos del matorral mediterráneo, así como por bosques de centenarios alcornoques, quejigos, acebuches y encinas.Algunas umbrías de esta zona constituyen los enclaves botánicos más ricos de Extremadura, con especies prácticamente desaparecidas en otros lugares. En esta densa vegetación encuentran refugio varios de los animales más escasos del mundo. Anidan aquí las poblaciones más numerosas de España de águila imperial, buitre negro y cigüeña negra, especies extinguidas en el resto de Europa occidental.

La gran riqueza de vertebrados se explica por la profusión de biotopos, como bosque, matorral, río, roquedo y encinar adhesado, que alternan entre sí en un área poco influenciada por el hombre, originando magníficas condiciones para la fauna. Así, en los roquedos anidan más de cien parejas de buitres leonados, alimoches, águilas reales, halcones peregrinos y búhos reales, mientras que en los huecos de las peñas habitan ginetas, garduñas y gatos monteses.

Con estas palabras, Jesús Garzón Heidt, naturalista español, describía esta privilegiada zona del Tajo en un informe promovido en 1974 por la Unión Internacional para la Conservación de los Recursos de la Naturaleza (UICN) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). En abril de 1975, el WWF solicitó del Gobierno español la protección integral de esta zona, solicitud a la que se adhirió de inmediato el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La repoblación forestal arrasó parte de la zona

La mayor parte de área citada ha pertenecido desde antiguo a unos pocos propietarios, que al reservarla principalmente para la caza mayor han protegido indirectamente a las restantes especies. Sin embargo, la baja rentabilidad actual de las zonas naturales hace que los particulares estén dedicando sus terrenos al cultivo de pinos y, especialmente, eucaliptus. Para ello las laderas son aterrazadas mediante maquinaria pesada, destruyendo árboles y todo vestigio de vegetación arbustiva.

Ante esta alteración total del medio, que implica hasta la modificación de la estructura del suelo, la fauna desaparece casi por completo. Han sido aterrazadas ya 3.000 hectáreas del máximo interés, resultando destruidos al menos siete nidos ocupados por buitre negro, dos de águila imperial, Uno de cigüeña negra y el biotopo de unas ocho parejas de lince.

El problema rebasa en mucho los estrictos intereses faunísticos o botánicos para constituir un problema ecológico de graves repercusiones a medio y largo plazo. La alteración que ahora se está realizando por consideraciones utilitarias del momento provocará, probablemente, la desertización del área tras la corta matarrasa de los eucaliptus, comprometiendo el desarrollo agrícola y ganadero de la comarca y ocasionando perjuicios económicos incalculables.

Las gestiones realizadas desde 1975 por el WWF, con apoyo del CSIC, para la conservación del área, se encuentran actualmente muy avanzadas. A petición de la Comisión Interministerial del Medio Ambiente (CIMA), el Icona informó favorablemente en marzo de 1976, proponiendo la declaración de varios parajes naturales de interés nacional, englobados en un extenso parque natural. Sin embargo, mientras esta declaración no sea efectiva, probablemente hasta fines de 1978, urge adoptar medidas concretas para impedir que continúe la destrucción de la zona.

Para ello, el WWF y la Asociación para el Estudio y Protección de la Naturaleza (AEPDEN), han arrendado dos de las fincas más interesante, evitando así que fuesen alteradas por sus propietarios. La superficie arrendada totaliza unas 4.500 hectáreas, y comprende varios de los enclaves botánicos y faunísticos más valiosos de estas sierras.

Considerando la proximidad de la Universidad de Extremadura, así como que las universidades de Madrid, Salamanca y Sevilla se encuentran a menos de tres horas de distancia, el interés de esta zona se acrecienta como permanente y cómodo campo de estudios científicos. Además de la declaración de parque natural, este valle del Tajo debería convertirse en una reserva biológica dotada con medios que permitan en ella la investigación de sus riquezas naturales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_