_
_
_
_

Andreotti, en un nuevo "dossier'' norteamericano sobre la Lockheed

El nombre del primer ministro italiano Giulio Andreotti figuraría en un nuevo «dossier» americano del escándalo Lockheed. Sale a relucir sólo ahora por dos diversos canales informativos: el corresponsal en los Estados Unidos de La Stampa, diario financiado por la Fiat de Turín, y la periodista socialista Patrizia Lombroso, del semanario L 'Espresso.El semanario publicará en su próximo número tres documentos sobre cuya autenticidad dice haber efectuado pruebas incluso caligráficas. Se trata de una carta del 8 de septiembre de 1968 del vicepresidente de la Lockheed, señor Kotchian, al profesor italiano Antonio Lefebvre, todavía refugiado en el extranjero desde que estalló el caso Lockheed, según la cual, de los 400.000 dólares autorizados para propinas corruptoras, 28.000 eran destinados a Andreotti, con el objeto de que la marina italiana comprase 18 «P. 3 Orion» antisumergibles. El negocio naufragó, como es sabido, porque los franceses lograron imponer el « Briguet-Atlantique», no se sabe si a la fuerza también de propinas.

El segundo documento publicado por L'Espresso es una página de la agenda de H. Daniels que en 1970 dirigía el programa «Starfighter» de la Lockheed, en la que fijaba una cita con Andreotti en el hotel Excelsior, de Roma, para tratar de la venta de «Starfighers» a Turquía, fabricados por la Aeritalia de la Fiat. El tercer documento, una carta de marzo de 1975, es de Conley, presidente de la Lockheed para Medio Oriente, que ordena al representante turco destinar 15.000 dólares a Andreotti por sus buenos oficios de mediación en la venta, también de aviones «Starfighther».

L'Espresso asegura que los documentos que publica provienen de funcionarios o ex funcionarios de la casa Lockheedy no excluye la posibilidad de que dicha documentación haya sido mantenida en un cajón durante mucho tiempo o preparada aposta con el objeto de atacar ahora al Gobierno de Andreotti, considerado con razón o sin ella, en algunos ambientes americanos, como el hombre de «compromiso histórico»

Compra de documentos

Lo extraño en toda esta historia es que, mientras la periodista Lombroso desde mayo pasado daba la caza a los nuevos documentos Lockheed contra Andreotti en América, el corresponsal de La Stampa Vittorio Zucconi el domingo pasado, anunciara ya algunos de esos documentos sin atreverse a avanzar el nombre de Andreotti hasta no verificarlo personalmente, pagando 250.000 pesetas, Zucconi habría recibido del ex funcionario de la Lockheed, Ernesto Mauser, cuatro documentos: 1) un memorándum interno de la Lockheed de los años 60 que habla de Andreotti «como de nuestro hombre de confianza» en Roma. 2) la carta de 1968 de Kotchian publicada por L'Espresso y otros dos documentos de la primavera pasada sobre la venta de aviones «F- 104 S» a Turquía, que pueden coincidir con los del semanario.Hauser, que tiene el diente amargado con la Lockheed y que durante 18 años trabajó en los servicios secretos del ejército americano, niega que sean los mismos documentos. ¿Es posible la fuga de unos mismos documentos por fuentes diversas?

Una nota puntual y perentoria de la presidencia del Gobierno de Andreotti ha definido como carentes de fundamento las revelaciones del semanario L'Espresso, publicadas con la «Intención manifiesta de desacreditar al primer ministro». El órgano democristiano II Popolo sale también hoy en defensa de Andreotti, exigiendo que «quien lo quiera atacar, políticamente, lo haga a la luz del sol».

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Los comunistas quieren que sobre todo el escándalo Lockheed se arroje luz a fondo. «Lo que no queremos -precisa el diario comunista L'Unita-, es que nuevas polvaredas vengan a confundirlo todo y a bloquear una vez más el escándalo del «antílope».

Por su parte, el senador comunista Francesco d'Angelosante, que es todavía relator de la comisión inquirente o tribunal de los ministros para el escándalo de los aviones «Hércules» ha comentado las nuevas revelaciones de L'Espresso como un «asunto un tanto ridículo», y ha manifestado la fuerte sospecha de encontrarse ante una maniobra política». El tiempo dirá. Lo cierto es que, mientras en Japón y en Holanda la justicia corre. en Italia la comisión parlamentaria indagante fue lenta. De ello se da cuenta la opinión pública que no quiere quedarse rezagada respecto de otros países.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_