_
_
_
_
_

Fernando Vázquez regresa al Deportivo

El entrenador, que ascendió al club a Primera en 2014, toma las riendas del equipo coruñés en plena crisis

Fernando Vázquez, en una entrevista con EL PAÍS en 2013.
Fernando Vázquez, en una entrevista con EL PAÍS en 2013.

Los volantazos se suceden en el Deportivo, colista en Segunda División que entre el viernes y el domingo, con los Santos Inocentes por medio, dio entrada a un nuevo consejo de administración con un presidente provisional al frente, destituyó al técnico Luis César Sampedro y, tras dos entrenamientos con un interino, reclutó a Fernando Vázquez para que se haga cargo del equipo, según informó el club, lo que resta de temporada y dos más. En los últimas cinco campañas y media han pasado por el Deportivo once entrenadores y sólo uno de ellos (Víctor Sánchez del Amo) pudo completar un curso entero. En todo caso, si el Deportivo pierde la categoría y cae a Segunda B existe una cláusula liberatoria que resolvería el vínculo.

Un veterano con apenas dos destinos en los banquillos en los últimos 12 años

Fernando Vázquez (Castrofeito, 1954) entrenó al Deportivo entre el 11 de febrero de 2013 y el 8 de julio de 2014. Antes había dirigido a Lalín, Racing de Ferrol, Lugo, Compostela, Oviedo, Mallorca, Betis, Las Palmas, Rayo Vallecano, Valladolid y Celta, del que se desvinculó en 2007.

Su siguiente destino fue el Deportivo y desde su salida del club coruñés tan sólo entrenó al Mallorca 38 partidos distribuidos en dos temporadas. En la segunda fue destituido cuando el equipo estaba fuera de unos puestos de descenso a Segunda B en los que acabó. La del Deportivo y esa etapa en el Mallorca han sido los dos únicos destinos de Vázquez como entrenador en los últimos 12 años.

Vázquez regresa cinco años y medio después a Riazor tras sufrir una inopinada destitución una semana antes de iniciar la pretemporada con el equipo, en julio de 2014. Entonces había logrado un meritorio y esforzado ascenso a Primera tras una temporada que comenzó con una huelga de sus futbolistas por los impagos que sufrían y con la entidad en concurso de acreedores, rescatada sobre la bocina de un descenso administrativo. Aquel ascenso con la puntuación mínima (69) conocida para un éxito semejante lo festejó Vázquez entre reproches fuera y dentro del club. El equipo ganó apenas uno de sus últimos siete partidos, apenas triunfó en cuatro como local en la segunda vuelta. Vázques sintió, no sin razón, que no se valoró aquella epopeya. 39 días después de celebrar el ascenso, la dirección del club, con Tino Fernández al frente, le destituyó tras unas palabras que entendieron críticas hacia la política de fichajes de la entidad. El máximo responsable deportivo era Fernando Vidal, entonces consejero y mano derecha de Fernández y que todo apunta a que el día 14 será nuevo presidente del Deportivo.

Más información
El pozo sin fin del Deportivo
El Sestao-Athletic, enfrentamiento más atractivo de la segunda ronda de la Copa del Rey

Vidal liquidó a Vázquez en 2014 y apuesta por él en 2019. Lo hace desde un curioso limbo. Hace un par de semanas, tras la dimisión de la directiva encabezada por Paco Zas, se presentó en la última reunión de accionistas como alternativa para hacerse con las riendas del club y anunció que traía consigo un acuerdo con Abanca, “que no está cerrado ni mucho menos”, y que presentó como esencial en caso de descenso al tiempo que vital para encontrar recursos económicos que permitan reforzar el equipo de inmediato.

No ofreció muchas más pistas Vidal, que fue breve en una alocución que suponía nada menos que un cambio de modelo en el Deportivo, que siempre se ha vanagloriado de lo que en su día Augusto César Lendoiro bautizó como “capitalismo popular”. “Soy un romántico de ese capitalismo popular, lo que pasa es que esto va de dinero”, aclaró Vidal.

El Deportivo debe algo más de 80 millones de euros y tiene un capital social ocho veces menor, así que ampliar capital y más si los ingresos por derechos de televisión no son los de la máxima categoría, es inevitable. Su reto es que LaLiga acepte que lo haga a través de un crédito participativo, como pretenden los nuevos rectores del club. El plan es que Abanca preste en torno a 3,5 millones de euros ahora y otro tanto en verano. Una tercera parte en cada periodo podría destinarse a salarios de futbolistas. Y que después capitalice deuda (tiene por cobrar más de 40 millones de euros) por acciones para controlar el club en un porcentaje que tampoco se conoce. Desde el viernes un responsable de créditos de la entidad bancaria se ha convertido en habitual en la sede del club. Nadie ha conseguido hasta la fecha aumentar tope salarial a través de una solución como la que esboza el Deportivo.

Todo sucede sin que los accionistas del club, sus todavía dueños, hayan validado este proceso. El viernes se anunció la salida del presidente anterior y su equipo y la incorporación de un mandatario provisional y cinco consejeros. Vidal, que según fuentes del club disfruta de unos días de asueto fuera de España, se mantiene al margen. El relevo se hizo por cooptación, un sistema excepcional que se emplea para cubrir vacantes puntuales y temporales en los consejos de las sociedades anónimas. Cuando se produce en cadena hay juristas que consideran que se comete fraude de ley.

En todo caso los nuevos directivos se pusieron manos a la obra. Antes de partir de viaje, Vidal y su hombre de confianza en el apartado futbolístico, Richard Barral, se reunieron con Zas y el todavía director deportivo, Carmelo del Pozo, para que les pusiesen al corriente de los movimientos de mercado que tenían en marcha. Vidal y Barral eran los responsables deportivos del club el verano que precedió al último descenso de Primera. Ninguno de los dos acabó la temporada.

Barral fue el encargado de comunicarle a Luis César que los dirigentes del club le iban a destituir. Y esos nuevos directivos acudieron este sábado al entrenamiento del equipo, acompañados de Juan Carlos Rodríguez Cebrián, un empresario coruñés que se dirigió a los futbolistas en la caseta, pero que no tiene cargo ni responsabilidad asignada en el club. “Les hemos transmitido seguridad y tranquilidad, que es lo que toca”, apuntó el presidente interino, Juan Antonio Armenteros. Ahora hay un nuevo entrenador y si LaLiga lo permite se aguardan más incorporaciones. Del Pozo buscaba dinero a través de las salidas de varias piezas y negociaba por el osasunista Brandon y por la llegada de Rafa Mir, que milita en el Nottingham Forest. Vidal y Barral apuntan a Emre Çolak, Celso Borges y Luisinho, tres ex futbolistas del club.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_